Los descuentos del 50% en el transporte han implicado a los vascos un ahorro de 53 millones sólo en Euskotren y Renfe

Los descuentos del 50% en los billetes del transporte público, aplicados entre septiembre de 2022 y junio de 2025, han supuesto 53,19 millones de euros de inversión para las arcas públicas en los servicios operados por el Gobierno vasco (ferrocarriles, tranvías y funiculares de Euskotren y, desde este año, las Cercanías de Renfe). El dato solamente refleja una parte del desembolso público para costear esta medida, ya que también han estado bonificados los servicios forales y municipales y las propias Cercanías de Renfe cuando aún dependía del Estado. Ahora mismo la rebaja es del 40% para el público en general (se mantiene al 50% para jóvenes) y, a falta de que el Gobierno central se pronuncie sobre la continuidad del programa en 2026, el Ejecutivo vasco está dispuesto a incluir en sus prespuestos, que se presentan este martes, una partida para mantener una rebaja del 20%.

Los descuentos para los transportes fueron una medida implementada en España en 2022 dentro del paquete contra la inflación generada por la invasión de Rusia a Ucrania. Sin embargo, mientras otras iniciativas de entonces fueron decayendo -como la rebaja de la gasolina-, aquí se han acumulado prórrogas. El 50% general, de hecho, se mantuvo hasta el 30 de junio de este año. El 60% del programa lo finaciaba el Estado (30% de la rebaja del billete) y el resto las instituciones locales. Desde entonces se hicieron algunos cambios: gratuidad hasta los 15 años, 50% hasta los 26 y 40% de descuento general. En la práctica, para la mayoría de usuarios este verano hubo una subida del desplazamiento del 20%. Esa rebaja del 40% se abona a medias entre el Estado y las instituciones vascas.

La consejera vasca de Movilidad Sostenible, la socialista Susana García Chueca, ha entregado al Parlamento Vasco a instancias de la representante de EH Bildu Amancay Villalba las estadísticas de la política tarifaria desde que se estrenaron las bonificaciones. Los datos, en todo caso, solamente recogen los servicios operados directamente por el Ejecutivo. Son las cercanías de vía estrecha de Euskotren (líneas en Bizkaia y Gipuzkoa, como el Topo), la línea 3 del metro de Bilbao, los tranvías de Bilbao y Vitoria y hasta el funicular de La Reineta (en Trapagaran). Eso sí, en el primer semestre de 2025 se suman las Cercanías de Renfe (próximamente Lottu) y que son las líneas de ancho ibérico de Bilbao y Donostia, la nueva ruta de Vitoria y el servicio de vía estrecha de las Encartaciones, la antigua Feve.

En los billetes bonificables, estos servicios han ingresado 53,19 millones de euros. Es decir, han dejado de recaudar exactamente la misma cantidad. Fueron 4,4 millones en 2022, 14,5 en 2023, 16,4 en 2024 y 17,8 en solamente la primera mitad 2025. La diferencia es la transferencia de Cercanías. Los descuentos en Renfe han implicado 9,3 millones de ahorro para los usuarios por 8,54 de las diferentes líneas de Euskotren. En estos años, claramente el Topo de Donostia -que llega hasta Hendaya, al otro lado de la frontera hispanofrancesa- y el tranvía de Vitoria han sido los que más presupuesto han movilizado, 12,5 y 7,9 millones de euros, respectivamente. El detalle por servicio se puede ver en el gráfico.

Preguntada por las “previsiones” del Gobierno vasco de cara a 2026, García Chueca indica que la comunidad autónoma “no tiene confirmación” sobre el mantenimiento del programa por parte del Estado. “Si se diera una continuidad de las bonificaciones, el departamento solicitaría su adhesión [...]. En caso de no prolongarse las bonificaciones actuales por parte del Gobierno central, existe el compromiso de aplicar un 20% de descuento” en Euskadi, agrega. Se haría en los servicios operados directamente por el Ejecutivo vasco pero se daría “traslado” de la medida “al resto de administraciones y operadores”. Se aplicaría en títulos de transporte personalizados -el uso de tarjetas Bat, Barik y Mugi genéricos ya suscitó polémicas en algunas fases del programa de descuentos- y “abonos”.

Sostiene la consejera que “las bonificaciones han contribuido positivamente al uso del transporte público”. En todo caso, incluso antes de la política de descuentos se barruntaba ya un modelo con bonificaciones “progresivas” y no lineales en función de dos variables, el uso y las circunstancias sociales. Se planteaba incluso la gratuidad en algunos supuestos. Dice García Chueca que el Gobierno vasco “continúa trabajando” en ese “compromiso”, sin más detalles sobre plazos o propuestas. En todo caso, destaca el trabajo “coordinado” con otras instituciones en el marco de la Autoridad del Transporte de Euskadi. Cita, por ejemplo, la ponencia de “interoperabilidad” para seguir buscando la plena funcionalidad de todas las tarjetas en todos los servicios. Eso sí, menciona que ya se ha actuado de forma coordinada con políticas como la gratuidad para todos los menores de 12 años, un proceso que se inició en Vitoria.