Pradales arranca viaje oficial a París con una conferencia en inglés y la mirada puesta en la conexión ferroviaria

Imanol Pradales ha iniciado este martes un viaje oficial de dos días a París que incluirá, dentro de una agenda con mucho contenido cultural, el primer encuentro bilateral entre un lehendakari y un ministro de la república en más de tres décadas, según los cálculos de la Presidencia vasca. Pradales ya viajó a la capital de Francia hace dos meses para un acto de su partido, el PNV, el de recuperación del palacio del 11 de la Avenue Marceau que también fue sede del Gobierno vasco del exilio durante el inicio de la dictadura. El acto principal de la jornada inicial ha sido una conferencia íntegra en inglés en un foro moderado por la exministra española Arancha González Laya, ahora decana de la Escuela de Asuntos Internacionales de París.

“Before I start, allow me to introduce myself. My name is Imanol Pradales and I am the Lehendakari. Or, in English, the Presidente of the Basques”, ha arrancado. Ha explicado a la audiencia, compuesta por estudiantes y otros integrantes de la comunidad académica, que su país es “Euskadi” y que lo componen “Lapurdi, Behe Nafarroa y Zuberoa en el Estado francés” y “Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa en el Estado español”. Y ha seguido: “Les hablo en nombre de una nación que, como dijo Voltaire, canta y baila a ambos lados de los Pirineos”. Ha puesto en valor también la lengua vasca, el euskera, y la foralidad. Les ha explicado, por ejemplo, que en la Unión Europa hay 27 estados pero 31 Haciendas, por el Concierto Económico.

Según el lehendakari, la autonomía fiscal y económica hace que Euskadi tenga un nivel homologable “a los más avanzados países de Europa” en ámbitos como los ingresos 'per capita', el nivel de paro, la industria avanzada, la inversión en innovación, el porcentaje de jóvenes con estudios superiores o el índice GINI. “Pero, claro, no todo es luz y color”, ha puntualizado. Según el lehendakari, en la sociedad existe malestar con la calidad de los servicios básicos y quizás los poderes públicos no están sabiendo responder “adecuadamente” a esas exigencias. Y en el descontento pueden germinar el “populismo” y la “polarización”, asume.

Pradales también ha mencionado el efecto frontera dentro del territorio vasco con el ejemplo de una empresa de Iparralde que, aparentemente, tiene más facilidades para comerciar con Alemania que con Irún, a muy pocos kilómetros. Asimismo, el lehendakari ha aprovechado el viaje para reiterar su desazón con la falta de voluntad de Francia en la conexión en alta velocidad a partir de la frontera de Irún y Hendaya para asegurar un corredor directo hasta París en TGV. Ante los medios de comunicación, antes de la conferencia, ya se había pronunciado sobre la “relevancia” de la conexión ferroviaria.

Sin embargo, Pradales no ha logrado aún un encuentro al máximo nivel con el Gobierno francés para exponerle estas reclamaciones. Los constantes cambios en la política francesa, convertida en trituradora de primeros ministros en los últimos tiempos, han dado al traste con algunos compromisos y eso que el PNV es socio en Europa del macronismo y que incluso el anterior jefe del Gobierno, François Bayrou, estará en un congreso internacional que se celebrará en Barakaldo en los próximos días de la mano de los nacionalistas. Sí se sentará Pradales, en todo caso, con Catherine Chabaud, ministra para el Mar y la Pesca de Sébastien Lecornu. Un lehendakari no era recibido por un ministro de la república desde 1994, según destacan desde la Presidencia vasca.

En su conferencia, Pradales ha insistido en una UE fuerte, con voz en el concierto internacional, pero también que trascienda a ser un “club de estados” para ser una “unión de naciones”, como la vasca. En ese sentido, ha recalcado la idea ya defendida en su momento por Iñigo Urkullu de impulsar la macrorregión atlántica. “Más política y menos antipolítica”, ha demandado el lehendakari, que ha vuelto a cerrar a Voltaire en el cierre.

Pradales está mimando deliberadamente la agenda internacional desde que accedió al cargo en 2024. Ya ha viajado en dos ocasiones a Estados Unidos, ha estado en Bruselas y la semana próxima recibirá al presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en el viaje más relevante a Euskadi de una autoridad internacional que se recuerde. Será un desagravio por el bombardeo de Gernika acometido por los nazis en 1937.