El Salario Mínimo vasco y la subida de las pensiones, deberes de otoño para el Parlamento Vasco en forma de ILP

Más de 1.300 firmas avalan la petición de los sindicatos nacionalistas vascos encabezados por ELA y LAB para que el Parlamento Vasco tramite una Proposición no de Ley a favor de implantar en Euskadi un Salario Mínimo Vasco, propio y diferenciado del vigente en el resto del Estado. Representantes de estos dos sindicatos, y de ESK, Steilas, Hiru y Etxalde, han presentado este jueves las firmas en el Parlamento Vasco con la esperanza de que la iniciativa pueda ser tramitada en el mes de septiembre. También está a la espera de que se tome en consideración otra ILP, la planteada en este caso por los pensionistas vascos y avalada por 145.142 firmas. En ella piden la subida de las pensiones mínimas en Euskadi hasta equipararlas con el SMI. La Cámara vasca tiene deberes para este otoño.

“El apoyo expresado con las firmas tiene que ser respetado en las instituciones”, han señalado este jueves los representantes de ELA y LAB tras entregar las firmas en el Parlamento. En concreto, 138.495 firmas conseguidas “en apenas tres meses, todo un éxito”, señalan, que tiene que ser ahora respaldado por los grupos políticos.

La iniciativa no tiene un recorrido fácil. Los partidos que conforman el Gobierno vasco, PNV y PSE-EE, tienen mayoría suficiente para bloquear en la Cámara cualquier proyecto. Y aunque desde el Ejecutivo se han mostrado siempre favorables a que en Euskadi se establezca un Salario Mínimo de Convenio, es decir, mediante un pacto entre patronal y sindicatos, lo que pretenden los sindicatos nacionalistas con la ILP es bien distinto. No se trata de un pacto entre partes de la negociación colectiva, sino de conseguir que Euskadi tenga capacidad normativa como para establecer un SMI profesional propio, y la legislación sobre el salario mínimo se considera legislación básica, es decir, de competencia estatal. Esto supone que en el caso de que la ILP de los sindicatos saliera adelante en el Parlamento Vasco, debería llevarse el acuerdo resultante al Congreso de los Diputados para modificar el Estatuto de los Trabajadores y abrir esa posibilidad de actuar sobre la legislación del SMI a las autonomías. ELA y LAB platearon ya esta modificación del Estatuto directamente a la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en las reuniones que mantuvieron con ella en el mes de mayo.

De momento, en el Parlamento Vasco la ILP no parece que vaya a contar con apoyos más allá de EH Bildu y Sumar, mientras que PNV y PSE-EE no tienen intención de sumarse a abrir un nuevo melón competencial con Madrid en este momento. “Los sindicatos y la clase trabajadora hemos cumplido con nuestra responsabilidad, y ahora le corresponde al Parlamento Vasco cumplir con la suya”, han señalado el responsable de negociación colectiva de ELA, Peio Igeregi y la responsable de acción sindical de LAB, Oihana Lopetegi. “Una vez comprobado que se han recogido las firmas mínimas, se tramitará como cualquier otra proposición de ley, y a partir de ahí dependerá de los partidos políticos sacar adelante o no esta ILP”. Por eso han pedido a los partidos que “acepten” y “escuchen” a la ciudadanía y trabajadores “para que la ILP pueda culminar todo su recorrido”. No tienen “ninguna certeza” sobre cuál va a ser su recorrido parlamentario, han reconocido. Pero, mientras tanto, no valorarán ninguna otra opción que no sea su aprobación, aseguran.

Los sindicatos consideran que, además de a los partidos políticos, las miles de firmas recogidas deben emplazar también a una reflexión a la patronal vasca , Confebask, que se ha negado desde el primer día a negociar la cuestión con los sindicatos. “Las firmas han puesto de relieve que Confebask no es capaz de satisfacer las aspiraciones de la gente que trabaja en las empresas, y que sólo representa a unos empresarios que se limitan a defender sus privilegios; además, es patente que su modelo económico se basa en la explotación laboral. Estas 138.495 firmas deben servir para que Confebask adopte una actitud más democrática y dé paso a la negociación”, han señalado.

Pero la patronal vasca no parece estar dispuesta a negociar ni la propuesta de los sindicatos nacionalistas, que fijan ese mínimo en 1.500 euros mensuales en 14 pagas, ni el estudio presentado por el Gobierno vasco que lo fija en una horquilla de entre 1.268 y 1.385 euros en catorce pagas, frente a los 1.184 euros mensuales en el SMI actual para todo el Estado. “Esta horquilla guarda coherencia con el mayor coste de vida en Euskadi, estimado entre un 7 y un 11% superior al conjunto del Estado”, se ha dicho desde el Gobierno vasco.

“El derecho a regular el salario mínimo, instrumento para la cohesión social y de lucha contra la pobreza, es irrenunciable. La estructura socioeconómica de Hegoalde es muy distinta de la española, y el salario mínimo establecido en el Estado no da para salir de la pobreza en Euskal Herria, ni siquiera en el caso de las personas que trabajan a jornada completa. La clase trabajadora ha comprendido este mensaje, y las firmas recogidas reflejan su respaldo a la iniciativa”, señalan desde ELA. “Esta es una propuesta para reducir la pobreza, disminuir las brechas salariales y hacer frente a la precariedad. Además, puede ser una herramienta para avanzar en la soberanía de este pueblo”, dicen desde LAB. Ahora será el Parlamento Vasco el que tenga la última palabra, recuerdan, pero advierten de que con la entrega de firmas, los sindicatos han finalizado una fase de movilización. “En otoño seguirá otra, para que la voluntad manifestada por la clase trabajadora a través de su firma y futuras demostraciones de fuerza sea respetada en todos los ámbitos institucionales”, han advertido.

Por su parte, la ILP de los pensionistas, con la que se pretende equiparar las pensiones mínimas al SMI, y que también cuenta con el apoyo de sindicatos vascos está pendiente de que el Gobierno vasco emita un criterio favorable o no a su tramitación. El Gobierno vasco ha encargado un informe jurídico para determinar si la ILP es constitucional o no. La fecha tope para que el Gobierno emita su criterio sobre la ILP es el próximo 8 de septiembre. Los pensionistas, que se manifestaron este pasado lunes en Bilbao consideran que la admisión a trámite en el Parlamento Vasco es “un clamor popular” tras haber recogido 145.142 firmas en su apoyo. Afirman que tienen asegurados los votos de EH Bildu, PP y Sumar, pero “faltan los votos para que realmente salga adelante, que son los de PNV y PSE-EE”.