Están montando las vías de alta velocidad entre Cáceres y Mérida, y a final de año estarán hasta Badajoz
El Ministerio de Fomento ha empezado a montar las nuevas vías metálicas de la línea de alta velocidad Madrid-Extremadura en el tramo entre Cáceres y Mérida, de modo que a final de año estará todo completo entre la capital cacereña y Badajoz a excepción de un pequeño tramo en Mérida, ha explicado a eldiarioex el director general de Transportes en la Junta de Extremadura, José González.
Como anunciaba este diario en enero , sobre la plataforma ya hecha, y las nuevas traviesas de hormigón polivalentes para dos anchos distintos de ejes de tren, se están instalando las vías (en lenguaje ferroviario, carriles) que mejorarán el confort del viaje al evitar tantas soldaduras ya que actualmente había tramos de hasta solo 14 metros de longitud.
El tendido de carriles ha empezado desde Cáceres hacia Mérida, estará completo en este año hasta Badajoz salvo en los accesos a la capital regional –donde hay un tramo adjudicado aún sin hacer y en puertas de resolución de contrato-, y una vez terminen las obras del viaducto sobre el Tajo, y el túnel de Grimaldo, empezarán a instalarse también entre Cáceres y Plasencia a lo largo de 2018 según el director general de Transportes.
José González ha estado este jueves en Madrid donde se ha reunido con el director general de Operaciones de Renfe, Francisco Minayo, y con el director general de Viajeros, Ramón Azuara, para empezar a negociar las frecuencias, horarios y precios de los servicios internos ferroviarios de Extremadura –todos excepto los que unen con Madrid-, y que por su número escaso de viajeros han sido declarados por la Comunidad y el Gobierno central obligación de servicio público (OSP) para que puedan ser subvencionados sin violar las normas de la Unión Europea.
Son los trayectos Badajoz-Cabeza del Buey, Plasencia-Sevilla, Mérida-Villanueva de la Serena, Valencia de Alcántara-Cáceres, Cáceres-Zafra, Zafra-provincia de Huelva, etc., que son deficitarios para Renfe y además no alcanzan el número mínimo de usuarios para que sean pagados por el Gobierno central como OSP estatal.
3,8 millones al año
La declaración de servicio público conduce a un contrato entre la Junta y Renfe para su mantenimiento, que el año pasado le costó a la Hacienda extremeña 3,8 millones de euros pero cuyo importe varía anualmente en función del número de pasajeros: cuantos menos, más paga la Junta, por eso según José González, responsable autonómico de Transportes, se trata de dar el mejor servicio –horarios, enlaces, precios- para hacer el tren atractivo y rebajar su carga económica para el contribuyente.
La OSP y el contrato actual se firmó para los años 2015 y 2016 y ha tenido que ser prorrogado a este 2017 por la falta de formación de nuevo Gobierno estatal el año pasado hasta el mes de noviembre; ahora se negocia un nuevo acuerdo a partir de enero de 2018 que incluirá según Transportes Extremadura un abono regional para los viajeros.
Renfe ha contratado a una ingeniería para que haga los estudios y cálculos técnicos y económicos, de los que saldrá un borrador de convenio –cada comunidad interesada tendrá el suyo- que luego será negociado en este caso con la Junta de Extremadura.
El número de usuarios del tren en la región ha descendido el año pasado según confirma José González debido a su mal servicio.