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Opinión

Indignados, el Mínimo Vital, con aceite y leche incluidos

Pobreza infantil en España

Gaspar García Moreno, periodista

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Cierro los ojos, porque los oídos es imposible y veo en la retina no sólo pelea política sino provocación  acoso y derribo ¿Recuerdan tiempos pasados? Guerra contra Suárez (el sevillano buen parlamentario, llamó al que fuera presidente Calvo Sotelo, “marmolillo de carretera”); luego llegó el gran discurso de Aznar de tres palabras repetidas hasta la saciedad: “Váyase señor González”; ahora Casado de la mano de Abascal,  ya sin gracia y con más de tres palabras, intentan zarandear  a Sánchez  con insultos y descalificaciones que me niego a reproducir para no darles publicidad gratuita. La historia se repite. Eso sí con un  bagaje cultural y de compromiso por los cojones; en todos los partidos. No hay ninguno que no suelte su insulto mirando a la cámara. Y mientras los ciudadanos atónitos y mandándoles a la mierda aunque sea, de momento, por lo bajini  más que indignados. 

 Griten alto que muchos estamos hasta los cataplines o la higa, según el sexo, de  que las redes y  los medios sean altavoz de quienes sin ningún pudor ni vergüenza sigan diciendo que la pandemia se debió al 8M y que la manifestación ella solita fue la culpable de  propagar el bicho. ¿Ese día  un millón de los que viven en Madrid no cogió el metro? ¿No se montaron decenas de miles en otros servicios públicos? ¿Esos días no hubo fútbol dentro y fuera de España?  ¿Se celebró un mitin tras el cual a uno de los líderes, que luego dio positivo, se le vio tosiendo encima de la gente? Por favor separen ustedes la paja del grano, distingan las cosas. Seamos serios

Y ahora otra cantinela: Ingreso Mínimo Viral aprobado que ya tienen en muchos países de   Europa a la que pertenecemos. Eso sí vigilemos y exijamos a la autoridad competente que esas concesiones se hagan con todas las garantías. No vaya a convertirse en  un mal remedo del Empleo Comunitario del que escribí en su día que era una fábrica de parados crónicos. Por falta de control. Es decir de hacer vagos metafísicos, improductivos para la sociedad. Claro que fue un buen invento.  Y necesario oigan. Porque esa España agrícola llamada hoy vaciada necesitaba un subsidio. Pero bajo mi punto de vista se  convirtió  al final en pago de clientelismo. Subsidio que iban a quitar, por cierto, y ahí están las hemerotecas y fonotecas, todos los partidos cuando gobernaran (igual que la Ley D’Hondt) Y una fu, que decimos por aquí. 

Si lo perciben, que seguramente percibirán algunos campesinos, que no sirva a para hacer comparaciones con los que viven en la ciudad y también tengan derecho. No vaya a ocurrir que exista un agravio comparativo en detrimento de quienes viven en el campo con la afirmación estúpida de que en el pueblo se vive con menos. Pero a continuación  se debía añadir que es porque en muchas ocasiones es imposible conseguir más, aunque tengan las gallinas, el cerdo y la huerta. Esos listos deberían irse allí pero a vivir y trabajar, aprovechando la pandemia más allá de escaparse y contagiarles en muchos casos. A esos pueblos  que entre todos hemos vaciado negándoles recursos, sin promoverles alternativas. Dejándoles  sin  servicios sanitarios, educativos, culturales y  sociales. 

Esa España vaciada, saqueada, la agrícola, no la idílica que sale en las series. Esos hombres y mujeres nos sirven a nosotros, los urbanos irreversibles. Servicios y agricultura que si no recuerdo mal están realizados en su 45% por mujeres según la última encuesta de Población Activa. 

Claro que la Casa Real, mire usted, ha pedido a los del gremio y adjuntos, es decir Corporaciones nobiliarias, de nobles vamos, a órdenes militares, a las reales maestranzas y a las corporaciones caballerescas que donen leche y aceite de oliva virgen, para los bancos de alimentos y les llegue a los pobres (aquí repitan varias veces el emoticono de las lágrimas y llantos a mansalva). Loable iniciativa, si de verdad ayudara a democratizar algunas posesiones de estas entidades y particulares. Y si me permiten el pelín de demagogia que le pregunten a muchos de esos habitantes de España y Extremadura saqueadas. Sí saqueada y no vaciada sólo. ¿Han visto alguno de sus socios varear y apañar aceitunas y ordeñar vacas? Eso lo hacen los hombres y mujeres del campo que decía más arriba. Ahí habrá muchos que necesitarán el Ingreso Mínimo Vital, seguro. Claro que sería mejor, mucho mejor, que el Gobierno controlara los precios de la producción y hubiera una legislación como dios manda para intermediarios y asentadores. Pero esa es otra.

¿Por qué se me habrá venido a la cabeza, al leer esta iniciativa real, lo de los Santos Inocentes y lo de Cabra Alta y Cabra Baja, amén de la pasta que se llevó la Duquesa? Vaya usted a saber. Me doy un latigazo por ustedes.

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