Una garganta cacereña de La Vera sirve de ejemplo como uso tradicional del agua frente al cambio climático
La cuenca hidrológica de la garganta de San Gregorio, ubicada en el término municipal de Aldeanueva de la Vera (Cáceres), ha sido una de las cuencas piloto españolas donde se han investigado sistemas tradicionales de manejo del agua, un proyecto que surgió en 2023 y que ahora inicia la presentación de sus resultados.
El centro cultural de Aldeanueva de la Vera acogerá el martes 13 de mayo un seminario en el que se darán a conocer las primeras conclusiones del proyecto 'WaSHa' -Inventario y caracterización de sistemas ancestrales de siembra y cosecha de agua para la adaptación al cambio climático- realizado por el Instituto Geológico y Minero de España, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IGME-CSIC).
Con este proyecto se han inventariado en varios puntos de España sistemas ancestrales de manejo del agua, conocidos como sistemas de siembra y cosecha de agua, que pueden ser un ejemplo a seguir para la adaptación al cambio climático.
Además de este inventario se ha cuantificado la eficiencia hidrológica de estos sistemas en varias cuencas hidrológicas.
Este es el caso de algunas cuencas de Sierra Nevada, en la provincia de Granada, donde se infiltra agua mediante las conocidas acequias de careo, de origen medieval.
Se han estudiado también las zayas de La Vaduerna, en la provincia de León, y las pesqueras de la comarca cacereña de La Vera.
La labor de recuperación de estas acequias realizada por la Comunidad de Regantes Ocho Caños, de Aldeanueva de la Vera, y la difusión de su trabajo han permitido que esta fuera una de las cuencas seleccionadas por el IGME-CSIC para su estudio.
La 'siembra y cosecha del agua' consiste en una serie de procedimientos con los que el ser humano recolecta el agua de lluvia o el agua de escorrentía para infiltrarla en el subsuelo, con objeto de poder recuperarla tiempo después de los acuíferos donde fue infiltrada, mediante pozos, galerías o captando manantiales.
El caso de las pesqueras de la Vera
En España existen unos pocos ejemplos vivos donde se lleva a cabo esta particular forma de manejar el agua y uno de ellos es el que realiza la Comunidad de Regantes Ocho Caños, de Aldeanueva de la Vera.
En ella el agua se siembra mediante las pesqueras y por la infiltración del agua no consumida por las plantas, cuando se riegan pastos y parcelas de cultivo por el sistema de inundación.
Las pesqueras son unas acequias de longitud variable -algunas alcanzan los 4 kilómetros- y, por lo general, disponen de alrededor de un metro de anchura.
Han sido utilizadas tradicionalmente para el riego de pastos de montaña, desviando las aguas de la cabecera de las gargantas y desde manantiales hacia las laderas.
En las zonas de mayor altitud, hay acequias pequeñas que captan agua de manantiales que surgen en sedimentos de alteración periglaciar, y otras de mayor longitud que reparten el agua desde las gargantas hacia áreas más extensas.
En ambos casos, en su manejo hay una clara intencionalidad de generar pastizales y de retardar la salida del agua de la cuenca.
Algunas de estas acequias se utilizan conjuntamente para irrigar pastos cercados y zonas de cultivo, en las que el reparto entre unos y otros queda a cargo de un sistema de turnos de riego gestionado por la Comunidad de Regantes Ocho Caños.
Algunas áreas cercadas e irrigadas para la generación de pastos se convierten en extensas zonas de infiltración que permiten retener el agua de la cuenca, al infiltrarse ésta en la zona de alteración de los granitos, donde pasa a circular de forma subterránea con una velocidad notablemente inferior (1 metro al día) a la que lo hace cuando discurre por un río (1 metro por segundo).
El proyecto WaSHa ha permitido comprobar que la puesta en marcha de estas pesqueras contribuyó a aumentar un 20 % el caudal medio de la garganta de San Gregorio, durante el periodo investigado, y a que fuese mayor en verano.
“Esto implica que, seguir sembrando agua en esta garganta es esencial para disponer de agua durante los periodos secos, más aún en los años venideros, en los que los expertos pronostican un descenso de la precipitación media y un incremento de la temperatura”, han destacado los regantes de Ocho Caños.
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