Irene de Miguel, candidata de Unidas por Extremadura: “La palabra de Guardiola no vale nada; si pierde su órdago, debe irse”

Santiago Manchado

Mérida —
15 de diciembre de 2025 21:28 h

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Irene de Miguel (Madrid, 1981) ejerce desde 2019 en Extremadura el liderazgo de una izquierda que se ha fragmentado en otras comunidades. Para las elecciones autonómicas del 21-D, Podemos, IU y Alianza Verde han renovado su espacio político, Unidas por Extremadura, y confían en que se cumplan lo que dicen las encuestas. Los pronósticos apuntan a que la confluencia podría llegar a obtener seis o más diputados, doblando lo que tienen actualmente, gracias, principalmente, a los votantes desencantados del PSOE.

De Miguel pide la dimisión de María Guardiola si fracasa su órdago electoral, descarta cualquier apoyo al PP, a quien acusa de querer importar el 'modelo Ayuso', y lanza una crítica feroz ante el “engaño” de la prórroga de la central nuclear de Almaraz, convirtiéndose en el único partido con posibilidad de obtener presencia en la nueva Asamblea que exige el cierre de la instalación cacereña.

Las encuestas pronostican una victoria del bloque de la derecha, aunque usted se muestra optimista. ¿Es lo que percibe en la calle?

Las encuestas siempre hay que cogerlas con pinzas, pero la realidad es que tenemos un sentimiento en la calle de gente que se acerca diciéndonos que antes no nos había votado, pero que ahora podemos contar con su voto. Somos el espacio político alternativo a las derechas. Hay mucha gente indecisa que entiende y comparte nuestra propuesta política, pero que está desilusionada con la izquierda, y creo que Unidas por Extremadura está demostrando estar a la altura del momento.

Unidas por Extremadura se nutre del desencanto socialista

Sí, es evidente. Hay gente indecisa que entiende nuestra propuesta y la comparte, pero que está desilusionada y desesperanzada con la izquierda en general. Nosotros estamos demostrando solvencia y coherencia. En cuanto al PSOE, un liderazgo tan débil como el que tienen hace que la gente busque una alternativa. El Partido Socialista no ha elegido bien.

Imagine que se cumplen los pronósticos de todas las encuestas, que Guardiola no logra la mayoría absoluta: ¿hay alguna posibilidad, por remota que sea, de que ustedes faciliten su investidura para evitar que Vox tenga poder?

Sería posible matemáticamente, como lo fue en 2011 con IU [cuando se abstuvo para permitir el primer Gobierno del PP en Extremadura con José Antonio Monago], pero nosotras somos ideológicamente contrarias a las propuestas de la señora Guardiola. Ella tiene un proyecto de región que es el de la señora Ayuso en Madrid: la neoliberalización absoluta y la precarización de los servicios públicos para beneficiar intereses privados. Privatizar es muy fácil, pero revertirlo es imposible.

Es un 'no' rotundo.

Absolutamente. En solo dos años y medio nos ha demostrado que antepone los intereses de su partido a los de Extremadura. Se ha negado a que se condone la deuda, lo que mejoraría nuestra financiación, simplemente porque Feijóo se lo indicó desde Génova. Además, no tiene pudor en acordar con la extrema derecha recortes en derechos, como la Ley de Memoria Democrática, o políticas fiscales que solo benefician a los ricos.

Si el PP gana, pero no gobierna, o si queda en manos de Vox de nuevo, ¿en qué lugar queda María Guardiola tras haber adelantado las elecciones?

Ella nos ha mandado a elecciones anticipadas porque creía que podía conseguir mayoría absoluta, y lo hizo cuando era evidente que el PSOE podía darle estabilidad presupuestaria. Si pierde este órdago, María Guardiola se tiene que ir. Ya nos mintió cuando dijo que no gobernaría con Vox y los metió en el gobierno a los dos días. Si ahora nos deja igual, pero con un Vox más “engorilado”, habrá hecho “un pan con unas hostias”. Por decencia, se tiene que ir.

Agradezco que Sumar haya pedido el voto para nosotras, pero si nos estaríamos equivocando si nos hubiéramos centrado en hacer una sopa de siglas

¿Cuál es el secreto para que en Extremadura perviva un espacio de confluencia de la izquierda que hace que en otros territorios miren a esta comunidad?

Ese espacio no es que se haya vuelto a construir, es que nunca se ha dejado de construir y esa es la clave. Nosotras no nos juntamos solo de cara a unas elecciones, por un interés electoral de sumar fuerzas para llegar a más. Hemos creado un espacio político real de confluencia planteando un trabajo conjunto durante todo el tiempo. Ahí reside en cierta medida la receta del éxito de Unidas por Extremadura. No somos una coalición, somos una confluencia y eso supone contar con una estructura, construir un espacio con generosidad, pero también con lealtad y respeto.

¿Le hubiera gustado que hubiera sido posible también contar con apoyo del Movimiento Sumar?

Mire, Unidas por Extremadura tiene la suerte de contar con gente que tiene un compromiso profundo con Extremadura y con su tierra. Agradezco mucho que Movimiento Sumar haya pedido el voto para nosotras, pero la realidad es que ellos no tienen estructura aquí. Quiero que Unidas por Extremadura sea un espacio de la izquierda transformadora que trabaja en el territorio, nutrido por la gente de las plataformas contra las minas, por la sanidad pública o del 8M. Hacer una “sopa de siglas” que no tienen asentamiento en el territorio sería equivocarnos mucho. Las recetas que ponemos encima de la mesa parten del conocimiento profundo de nuestra tierra, algo que no se puede dictar desde fuera.

“Las eléctricas quieren pasarmos la factura”

Es usted la única candidata que se opone abiertamente a la prórroga de la central nuclear de Almaraz. ¿No teme el coste electoral en la zona de Campo Arañuelo?

Estoy en contra del engaño de Almaraz. PP y PSOE piensan más en las próximas elecciones que en las próximas generaciones. Almaraz ha sido un fraude para nuestra tierra: tenía que haber creado mucho más empleo y un polo industrial, pero la industria y los impuestos se han ido fuera y aquí solo nos dejan los residuos nucleares. Prorrogar la central es rescatar a las eléctricas que ahora no ven rentable el negocio y quieren pasarnos la factura.

La central nuclear de Almaraz ha sido un fraude: tenía que haber creado mucho más empleo y un polo industrial en el norte de Extremadura, pero la industria y los impuestos se han ido fuera

Pero el cierre implica la pérdida de empleos directos. ¿Cuál es la alternativa?

Un gobierno responsable no pelea por rescatar a las eléctricas, que es lo que supone la prórroga. Un gobierno responsable estaría peleando por planes de prejubilación para los trabajadores mayores de 55 años y por un desmantelamiento justo. El desmantelamiento dura diez años y genera más empleo que la operación ordinaria. Obcecarse en la prórroga es dar una patada hacia delante. Y aquí la señora Guardiola está actuando de lobista de las eléctricas y del señor Sánchez Galán, no defiende el interés general. Almaraz no es de los extremeños, es de Iberdrola, Naturgy y Endesa, que tributan fuera. Además, nadie habla de la seguridad. Si ocurre algo, Guardiola hará “un Mazón” y dirá que no sabía nada, pero la realidad es que ahora mismo no se están cumpliendo muchos protocolos.

Menciona la necesidad de reindustrialización, pero también ha sido muy crítica con otros proyectos energéticos recientes.

Soy partidaria de la reindustrialización, pero no de convertirnos en un vertedero. Todo lo que no quieren en el resto del país nos lo traen aquí. Por supuesto que hay que trabajar en la reindustrialización de nuestra tierra, pero siempre desde una óptica en la que no nos convirtamos ni en un vertedero nuclear, ni en un vertedero de ningún otro tipo. Defender la dignidad de Extremadura no es defender a Madrid; es defenderla frente a los que han estado expoliando nuestra tierra durante décadas y a los que, además, se les perdonan los impuestos, lo cual demuestra muy poca vergüenza.

¿A qué proyectos se refiere cuando dice que acaban en Extremadura los proyectos que nadie quiere en España?

Por ejemplo, en estos momentos hay 18 proyectos de plantas de biogás y muchas vienen asociadas a la instalación de macrogranjas de cerdo en intensivo. No estamos hablando de hipótesis, sabemos lo que implican porque ya lo hemos visto en el medio rural catalán, en el castellano-manchego o en el leonés. Sinceramente, creo que estas son políticas de despoblación.