Se cumplen seis días desde que el incendio de Jarilla comenzó a arrasar la zona de Trasierra, y el fuego continúa avanzando sin control. Esta mañana, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha informado de que el flanco norte del incendio se encuentra “completamente desbocado”, lo que ha motivado la evacuación de Gargantilla (364 habitantes) y el confinamiento de la población de Hervás, alrededor de 4.000 personas viven durante todo el año, pero en estas fechas festivas llegan hasta las 10.000. A primera hora de la tarde, se tuvo que evacuar también a los habitantes de la zona periurbana de Hervás: Horcajo, El Orillar, la Manguilla y el Cabezo.
“El fuego ha superado el Puerto de Honduras y se encuentra a apenas siete kilómetros del límite geográfico entre Extremadura y Castilla y León”, informó el consejero de Presidencia, Abel Bautista, quien advirtió que este foco “tiene su propia meteorología: la energía que genera produce vientos y actúa como un organismo con vida propia, lo que hace imposible trazar una estrategia fija”. La Junta mantendrá informada a la comunidad de Castilla y León sobre su evolución, ya que, según sus palabras, “con toda probabilidad cruzará la frontera regional”.
Guardiola ha confirmado poco después que la Unidad Militar de Emergencias (UME) enviaría refuerzos a Extremadura ante la actual situación de incendios. La presidenta ha detallado que 20 patrullas de la Brigada Extremadura XI de Bótoa se encargarán de tareas de presencia, vigilancia y disuasión en otras zonas de la región que no estén directamente afectadas por las llamas.
Además, se desplegarán cuatro máquinas pesadas de la Armada, trasladadas desde Rota, para apoyar directamente en las labores de extinción. Guardiola ha agradecido personalmente al Teniente Coronel de la UME, Francisco Javier Marcos, la coordinación y la información sobre estos medios, subrayando la importancia de la colaboración entre administraciones en la gestión de emergencias.
Además, el 112 Extremadura ha informado de la evacuación del camping del Pinajarro y del albergue Valle del Ambroz, ambos en Hervás. También el desalojo voluntario del centro de alto rendimiento de Hervás, donde se encontraban menores, y la evacuación de unas 80 viviendas diseminadas en la misma localidad.
Más al norte, el Ayuntamiento de Baños de Montemayor ha pedido a los vecinos y vecinas estar preparadas ante cualquier eventualidad, aunque no se espera un riesgo elevado. Además, se está elaborando un listado de personas vulnerables, mayores o que vivan solas, para ofrecerles asistencia en caso necesario. Las personas interesadas pueden contactar con el ayuntamiento para facilitar sus datos.
Para la jornada de hoy, están previstos 17 medios aéreos desplegados sobre el incendio, siempre dependiendo de las condiciones meteorológicas. “Seguiremos trabajando en la consolidación de los flancos en los que sea posible”, añadió Bautista quien ha recordado que son ya 130 los kilómetros afectados de perímetro y 11.000 hectáreas arrasadas.
Rebollar
Igualmente, las personas residentes de Rebollar recibieron ayer por la tarde un aviso a través del sistema ES-Alert que les instaba a concentrarse de manera urgente en la entrada del pueblo, desde donde fueron trasladadas a la ciudad deportiva de Plasencia. «Cojan medicinas, bolsa de aseo, documentación y ropa. No ponga su vida en riesgo», señalaba el mensaje de Protección Civil.
En días anteriores, el fuego ya había forzado el confinamiento de los vecinos de Casas del Monte y Segura del Toro, así como la evacuación de los más de 700 habitantes de Jarilla, Villar de Plasencia y Cabezabellosa. También se ordenó el confinamiento de Oliva de Plasencia y se cortaron 25 kilómetros de la autovía A-66 en el tercer día de combate contra las llamas. Ayer por la tarde, también se ha impedido el tráfico por la carretera que une Cabezuela del Valle y Hervás, la CC-224.
La dificultad para controlar el fuego, según el consejero Abel Bautista, se debe, principalmente, a los cambios en la dirección del viento, que complican el trabajo de los equipos de extinción desplegados en la zona. “Y es que no hay capacidad de extinción en un 70% del incendio, sigue incontrolado”.
En total, Extremadura mantiene activos varios focos. En la provincia de Cáceres siguen ardiendo los de Jarilla, Casar de Cáceres, Aliseda, Logrosán y Membrío; mientras que en la provincia de Badajoz permanecen sin controlar los de Llerena, Burguillos del Cerro y Alburquerque.
Las llamas han afectado ya a 28.000 hectáreas en Extremadura. El dato se confirmó tras la reunión del último CECOPI en La Granja. El perímetro de los incendios de la región se sitúa en más de 310 kilómetros.
Por su parte, las autoridades han confirmado el cierre de varias carreteras en la provincia de Cáceres debido a los incendios forestales que continúan activos. Entre las vías afectadas se encuentran la CC-218 en Casas del Monte, la CC-224 en Hervás y la CC-234 en Valdastillas.
Aliseda y Malpartida
Aunque el ayuntamiento de la localidad confirmó a media tarde del sábado que la evolución de las llamas en Aliseda era favorable, el consejero de la Junta de Extremadura, Abel Bautista, afirmó tras la reunión del Cecopi que el incendio allí “nos preocupa mucho”. A lo largo de la tarde se trasladaron miembros de la Unidad Militar de Emergencias desde Llerena para colaborar con las tres unidades de medios forestales y los cuatro medios aéreos que ya trabajaban sobre el terreno. El incendio ha ido evolucionando de forma favorable a lo largo del domingo gracias al intenso trabajo de los efectivos, que han logrado estabilizar prácticamente el fuego.
Con el perímetro controlado en un 85%, la principal preocupación del INFOEX es evitar que se reproduzcan nuevos focos. Las rachas de viento de hasta 30 kilómetros por hora, la baja humedad y las altas temperaturas mantienen activo un incendio que, pese a los avances, amenaza con reavivarse en cualquier momento.
Quienes corrieron mejor suerte fueron los habitantes de Malpartida de Cáceres. El ayuntamiento ya el sábado informó de que el frente este, se encontraba “estabilizado”, y pidió calma a los vecinos.
SEPRONA
La Guardia Civil, a través del Seprona, ha iniciado dos investigaciones para esclarecer el origen de incendios presuntamente intencionados. Uno de ellos afectó a Cuacos de Yuste, comenzó el viernes sobre las 19:30 horas y ya se considera estabilizado. El otro es el de Aliseda, en la Sierra de San Pedro, y ha calcinado hasta el momento 2.000 hectáreas de alto valor medioambiental. Este fuego permanece descontrolado, ha afectado algunas viviendas y amenazaba con alcanzar Malpartida de Cáceres. Para frenar su avance, nueve medios aéreos intervienen en las labores de extinción.
En la tarde del domingo, también se dio a conocer que medios de Eslovaquia y Alemania se sumarán en los próximos días a la extinción del incendio en Extremadura. Desde Eslovaquia se ha puesto a disposición un helicóptero, que podría empezar a operar a partir del martes, mientras que Alemania ha enviado un listado de recursos que los técnicos del INFOEX están evaluando para determinar cuáles serán necesarios en la región.
Más leña al fuego
Este incendio en el norte de Cáceres no solo mantiene en vilo a la población por su magnitud y las evacuaciones decretadas, sino que ha abierto también un frente político e institucional. La presidenta de la Junta de Extremadura, y su consejero de Presidencia han insistido en reclamar más medios al Gobierno central, cuestionando la suficiencia del despliegue actual de la Unidad Militar de Emergencias y del Ministerio para la Transición Ecológica. Frente a esas críticas, la Delegación del Gobierno en Extremadura ha instado a no hacer política, y su titular, José Luis Quintana, ha destacado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez “está dando respuesta, pero hay que trabajar con rigor técnico y solicitar lo que realmente se necesita”. Quintana, presente en la reunión del Cecopi esta mañana en el Puesto de Mando Avanzado de La Granja, próximo al gran incendio de Jarilla, ha desmentido “tajantemente” que “el Gobierno no ponga todos sus recursos al servicio de la Junta de Extremadura y acusa al Ejecutivo autonómico de sobredimensionar el conflicto.
En concreto, según ha especificado, hoy trabajan para combatir el fuego en la comunidad autónoma más de 200 servicios de la Guardia Civil, 220 efectivos de la Unidad Militar de Emergencia, dos Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) y los medios aéreos disponibles del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). En pocas horas, se podrá contar también con las 20 patrullas de la Brigada Extremadura XI de Bótoa asi como del dispositivo de refuerzo con cuatro máquinas pesadas de la Armada de Rota.
El choque de discursos se intensifica en un momento clave: sobre la mesa está la posibilidad de elevar la emergencia al nivel 3, lo que supondría que la gestión de esta tragedia que afecta a varias comarcas cacereñas, pasara íntegramente a manos del Gobierno central, como ya hizo la Junta de Extremadura el día del apagón energético del pasado mes de abril. Pero ante esta posibilidad, el propio consejero ha dejado claro que no se trata de un problema de gestión sino de falta de medios, y ha rechazado la petición de algunos grupos políticos para declarar el nivel 3 de emergencias: “¿De qué serviría un nivel 3 si el Gobierno de España ya ha manifestado que no dispone de más medios para enviar?”, ha sentenciado, dejando clara la postura del gobierno regional.