Baltar impide una comisión de investigación sobre los contratos de su padre
El PP de Ourense no sólo no facilitará la investigación sobre las presuntas contrataciones ilegales realizadas por José Luis Baltar en la Diputación, sino que ha decidido bloquear cualquier intento de arrojar luz sobre ese asunto. En primer lugar el partido ha rechazado en el pleno provincial la creación de una comisión de investigación como demandaban PSdeG-PSOE y BNG. Pero además el actual presidente de la Diputación, Manuel Baltar, ha afirmado que la institución emprenderá acciones legales, tanto “penales o civiles”, contra aquellos que atenten contra el “honor” y la “integridad” de ésta porque es una institución a la que “todos” tienen “la obligación de defender”.
El rechazo de creación de una comisión de investigación fue apoyado por los votos del PP, que cuenta con mayoría en la institución, en una sesión que contó con los abucheos e interrupciones de los afectados por las participaciones preferentes, que acudieron como público. En varias ocasiones los asistentes gritaron “estamos hartos de tantos ladrones” mientras aplaudían las intervenciones de los portavoces del PSOE y del BNG e interrumpian las del portavoz del PP en el pleno.
Este es el paño de fondo con el que el PPdeG inicia el próximo sábado su congreso autonómico, que se celebrará en Lugo. El que estaba destinado a ser una nueva celebración de la victoria electoral del 21-O tiene ahora sobre de él la sombra no sólo del conflicto de Santiago y del caso Baltar, sino también del estallido del escándalo de las cuentas suizas del ex tesorero, Luis Bárcenas. En este contexto, Mariano Rajoy no acudirá al cónclave, sino que envía a su secretaria general, María Dolores de Cospedal.
El portavoz del PSdeG-PSOE, Nacho Gómez, fue muy crítico con la política de personal del expresidente de la Diputación, José Luis Baltar, y también de su sucesor. “Todos sabemos de dónde vienen y quienes son los diputados, funcionarios y representantes sindicales de esta casa”. Añadió que “pasarán a la historia como cooperadores necesarios y responsables de una política de enchufismo, caciquil, clientelismo político y nepotismo”. “El caciquismo no es bueno y, por lo tanto, no existe el cacique bueno”, concluyó Gómez.
