La moratoria de plantaciones de eucalipto que la Xunta de Galicia aprobó en 2021 ha fracasado. Esta es la conclusión de Greenpeace a la luz de los últimos datos del Inventario Forestal Continuo (IFC), presentados este jueves por expertos de las universidades de Vigo y Santiago de Compostela y que recogen un incremento de la especie de un 6% respecto al año 2022. El objetivo gubernamental era que esa subida fuese, en el período 2021-2025, de un 3%. La superficie ocupada por eucalipto alcanzaba al cierre de 2024 las 438.156 hectáreas, 19.015 más que un año antes y 25.070 más que al finalizar 2022. Los investigadores avisan que ese es el crecimiento que han detectado, pero que probablemente sean más.
“La moratoria de 2021 ha sido incumplida por la permisividad del Gobierno gallego”, entiende Manoel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia, en comunicado remitido a los medios de comunicación, “y la política de la Xunta no va en la dirección de cumplir los objetivos del Plan Forestal de Galicia”. Según este, aprobado en octubre de 2021, las plantaciones de eucalipto deberían reducirse un 4% en 2035 y un 5% en 2040. Es decir, señala Greenpeace, reducir unas 20.000 hectáreas. Pero las cifras del Inventario Forestal Continuo complican su ratificación.
Hace solo un mes, la propia Consellería de Medio Rural anunciaba además la flexibilización de la moratoria y permitía nuevas plantaciones de eucalipto en zonas hasta ahora vedadas. Para Greenpeace, esta circunstancia provoca que “solo quepa esperar que la Xunta siga incumpliendo sus propias políticas”. “Significa dar pasos atrás para evitar la expansión sin fin del eucalipto en el territorio, que colonizará nuevos ambientes, y no servirá para resolver los problemas que sufre la cadena de valor de la madera con las plagas del pino”, afirma Manoel Santos. Empresas, comunidades de montes y ecologistas solicitaron en vano la ampliación de la prohibición hasta 2030.
Cuando el Gobierno entonces presidido por Alberto Núñez Feijóo aprobó el vigente Plan Forestal y dictó la moratoria recientemente ablandada del eucalipto, esgrimió dos argumentos. El primero, la “rentabilidad descendiente” de los cultivos de la especie debido a su aumento continuado. El segundo, un “problema de ecosistema”: desplaza especies autóctonas, necesita gran cantidad de agua y es pirófito -facilita la propagación del fuego en caso de incendio.