Tenso choque entre Carmen Calvo y Alberto Núñez Feijóo durante la reunión para decidir el futuro del Pazo de Meirás

Gonzalo Cortizo

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El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, han protagonizado un tenso enfrentamiento durante la primera reunión convocada para decidir el futuro del Pazo de Meirás tras la entrega al Estado por parte de los Franco prevista para este jueves en cumplimiento de la sentencia dictada por el juzgado número 1 de A Coruña. Tras más de dos horas de reunión ambos mandatarios no han conseguido ponerse de acuerdo ni siquiera para comparecer conjuntamente ante los medios de comunicación. El barón gallego del PP exige la cesión del inmueble a la Xunta para convertirlo en un centro de homenaje a la figura de Emilia Pardo Bazán. Moncloa quiere que, una vez expulsada la familia del dictador, allí se cuente “todo lo que ha ocurrido”. En un momento de la reunión, tal y como relatan a elDiario.es testigos de la acalorada charla, Feijóo ha llegado a decir que si el Gobierno quiere ahondar en la historia que mejor vayan al Palacio del Pardo “porque allí [Franco] vivió todo el rato”.

La tirantez que marcó el encuentro al que también estaba convocada la Abogada General del Estado, el presidente de la Diputación de A Coruña y los alcaldes de Sada y A Coruña fue palpable en diferentes momentos. Durante una de las intervenciones en las que Feijóo defendía usar Meirás para “restituir” la memoria de Emilia Pardo Bazán sin ocultar que allí veraneó “un general”, Calvo interrumpió al presidente gallego para decir: “Un caudillo, no un general”. Calvo ha sido muy insistente sobre los planes del ejecutivo de Pedro Sánchez para llevar a Meirás “el relato propio de una democracia” sin permitir que el lugar sirva para “enaltecer o blanquear” al dictador. Las pretensiones del Gobierno gallego suponen resetear la memoria del Pazo hasta el momento previo a la llegada del dictador: La escritora Emilia Pardo Bazán obtuvo la propiedad en 1868 cuando contrajo matrimonio y lo mantuvo hasta el momento de su muerte en 1921. Los Franco ostentaron la propiedad desde 1938 hasta 2020.

La vicepresidenta del Gobierno ha comunicado a sus interlocutores que Meirás se cerrará al público durante aproximadamente un mes para que los investigadores del CSIC puedan trabajar sobre el material que hay en su interior y realizar grabaciones y fotografías de cada una de las piezas a los efectos de evitar problemas sobre la titularidad en los recursos judiciales que el Gobierno da por seguros. Feijóo, por su parte, desconoce si la familia Franco tiene previsto seguir pleiteando y así se lo ha trasladado a sus interlocutores con el siguiente argumento: “Hace tiempo que no tengo contacto con ellos”.

Carmen Calvo ha abierto la mano a la posibilidad de crear una fundación pública en la que estarían representadas todas las administraciones implicadas con la recuperación del inmueble pero, en ningún caso, la Xunta de Galicia de manera exclusiva. Calvo ha propuesto buscar “una fórmula de titularidad” en la que “estemos todos presentes”. Feijóo, mientras tanto, ya va anunciando que piensa dar la batalla: “No renunciamos a la gestión de Meirás porque Estado somos todos”. En medio de la discusión, el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, intentó mediar asegurando que “lo importante es el contenido del Pazo de Meirás y lo que representa y no quien lo va a gestionar”. No hace tanto, el presidente de la Xunta se oponía a reclamar la titularidad publica del inmueble que ahora reclama bajo el argumento de que quitarle Meirás a la familia del dictador supondría aplicar “un mecanismo franquista”.