La Ciudad de la Cultura recibe 20 años después de idearla Fraga tanta asistencia a eventos privados como a exposiciones públicas
La Ciudad de la Cultura de Galicia recibió en 2018 casi tantos asistentes a eventos celebrados en ella por instituciones y entidades privadas, más de 71.000, como visitantes tuvieron sus exposiciones públicas, cerca de 73.000. Así se refleja en la memoria de actividades sobre el año pasado que la Fundación Cidade da Cultura, dependiente de la Xunta, acaba de hacer pública tras aprobar también hace unos días su patronato las cuentas del pasado ejercicio. En 2018 el gasto de mantenimiento ordinario del complejo se estabilizó en 7 millones de euros al año, sin tener en cuenta las actividades culturales o las obra aún pendientes, cuantificadas en 27 millones hasta 2021 a sumar a los 300 millones ya invertidos hasta la actualidad desde que lo ideó Manuel Fraga hace ahora 20 años.
Según la memoria anual de la Cidade da Cultura, el pasado año el recinto del monte Gaiás recibió unos 830.000 visitantes, cifra en la que se incluyen los desplazamientos diarios del personal que allí trabaja en diversos departamentos de la Xunta o espacios alquilados a empresas privadas. De esa cifra, 171.653 personas fueron asistentes a alguna de las 156 actividades culturales organizadas por la Fundación Cidade da Cultura, de las que la mayoría acudieron a exposiciones, 72.969 visitantes, repartiéndose el resto en otros eventos como conciertos, visitas guiadas o actividades para niños. Un año antes, en 2017, con el mismo número de actividades, 156, los asistentes habían quedado en 120.418 personas.
Buena parte del aumento en 2018 se atribuye al éxito de la exposición Castelao Magistral, que estuvo abierta del 5 de octubre de 2018 a 3l de marzo de este año y que sólo en los tres meses correspondientes al año pasado registró más de 22.000 visitantes. Por su parte, la muestra Galicia universal, el arte gallego en las colecciones de Abanca y Afundación, abierta siete meses de marzo a octubre, obtuvo 34.000 visitas.
Frente a esos 156 eventos impulsados por la Fundación Cidade da Cultura, el recinto acogió en 2018 un total de 416 eventos de instituciones y entidades privadas con 71.282 asistentes. A esas cifras hay que añadir otros 14.113 asistentes a 71 actividades de “emprendimiento”, como denomina la Cidade da Cultura a los actos ligados con el centro de emprendimiento y el coworking que acoge parte del complejo tras su redefinición de usos y el intento de la Xunta de buscarle rentabilidad más allá del ámbito cultural. En 2017 la memoria anual no identificaba los asistentes a eventos privados y cuantificaba en unos 13.000 los de actividades de emprendimiento. En esos dos campos hay actividades de todo tipo, desde sesiones fotográficas de empresas privadas a ruedas de prensa, cerca de una treintena que la Cidade da Cultura también identifica como eventos individualizados
Junto con la memoria anual de actividades, la Fundación Cidade da Cultura viene de hacer pública también la auditoría de sus cuentas del pasado año. En ella se refleja la estabilización de los gastos ordinarios del complejo en unos 7 millones de euros al año, repartidos en 6 millones para el mantenimiento, fundamentalmente a través de contratos externos con empresas de servicios, y un millón en sueldos del personal propio de la fundación, que supone una muy pequeña parte de las personas que acoge a diario un complejo en el que trabajan varios cientos de personas de diversos departamentos de la Xunta y de empresas privadas con espacios allí alquilados.
Además de los gastos ordinarios y del coste de las actividades culturales que desarrolla en él, y tras invertir en el complejo unos 300 millones de euros desde que fue ideado hace ahora 20 años por Manuel Fraga, la Xunta aún prevé gastar en obras en la Cidade da Cultura otros 27 millones de euros hasta 2021. La mayoría, 17 millones, obtenidos en parte de fondos que iban anteriormente destinados a I+D, irán ahora a la construcción ya en marcha del denominado edificio Fontán, que adapta parte de la estructura sin concluir del que iba a ser el Teatro para que sea empleada como oficinas de las universidades gallegas.
