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“Los que dijeron que no éramos gente de partido tendrán que demostrar ahora que ellos sí lo son”

Rocío de Frutos

Miguel Pardo

Rocío de Frutos fue la única diputada gallega del grupo parlamentario socialista que el pasado mes de octubre se saltó la disciplina y votó no a la investidura de Mariano Rajoy. Sancionada por el PSOE, se mantuvo fiel a Pedro Sánchez, impulsó una plataforma de apoyo en Ourense y anunció que dejaría el partido si no era el ex-secretario general quien vencía en las primarias. Ahora, saborea un triunfo que cree que supone “un antes y un después” en la formación e insiste en la “unidad”, pero insta a aquellos que la acusaron de “no ser gente de partido” que “demuestren ahora” que ellos sí lo son.

¿Qué sintió al conocer los resultados?

Sentí alegría; no diré sorpresa porque ya esperaba la victoria de Pedro Sánchez, pero me alegré de que todo este proceso acabase con él de secretario general. Luego pude comprobar la alegría de los militantes, la emoción y la ilusión que se respiraba... Eso es lo fundamental.

¿Entiende que hacía falta algo así para intentar arreglar el PSOE?

Hacía falta esto, claro que sí. Hay un antes y un después en el recorrido del PSOE tras el resultado de las primarias. Pedro Sánchez ganó con una importante mayoría que pone de manifiesto qué partido quieren los militantes, que es lo importante, más allá de quién haya sido elegido. La militancia ha dejado claro que quiere una alternativa al PP y que no vuelva a pasar lo que pasó en esta legislatura, que no nos volvamos a abstener para que gobierne el PP más corrupto de la historia. Y ese proyecto de Sánchez nos reúne a todos, no tengo ninguna duda.

No parece fácil conseguir la unidad con todas las heridas abiertas que hay...

Fácil no sé si será pero la victoria de Sánchez y el apoyo masivo que se le ha dado ponen de manifiesto lo que se quiere y todos deberíamos unirnos alrededor de su proyecto. El PSOE puede recuperar su posición en la izquierda y no sólo los militantes lo creen, sino que muchos simpatizantes y votantes así lo consideran. En la celebración de la victoria en las primarias, era mucha la gente que pasaba, que nos daba ánimos en la calle y que nos aseguraba que este era el PSOE que ellos querían.

Hay quien interpreta la victoria de Sánchez como un triunfo de las bases contra los barones o del futuro contra lo pasado. ¿Lo comparte?

Creo que así es. Lo que se vivió este domingo fue emoción e ilusión en gente y militantes. Aquellos que tengan que hacer una reflexión, la harán con coherencia y cabeza y verán que el PSOE está en aquel lugar de donde nunca debió salir, en la posición de alternativa de izquierda, con la gente y con las personas. Creo que el partido va a recuperar la posición que nunca debió perder.

Usted dijo que si Sánchez perdía, dejaría el partido; ¿cree que hay cargos del PSOE que deberían dar un paso atrás después de la derrota de Susana Díaz?

Cada uno que tome las decisiones personales que crea oportunas, pero no creo que el resultado de las primarias deba llevar a ningún tipo de ruptura o fractura. El que quiera alejarse, que se aleje, y el que quiera unirse, que se una, pero prefiero poner en valor una clara victoria y el triunfo de un proyecto claro. Las bases y la militancia están muy por encima de todo y lo que tenemos es que aprovechar la ilusión que se ve ahora en el PSOE, este momento trascendental. Ojalá todos sean capaces de hacer esta lectura, pero si hay quien se tiene que echar atrás, será esa persona la que lo decida. El que no se sienta cómodo puede decidir marcharse, pero eso no debería afectar a la unidad. Nadie es imprescindible excepto las ideas y la ilusión.

La victoria de Sánchez en Galicia fue todavía más contundente que en el conjunto del Estado...

Estoy muy contenta por la parte que me toca. La lectura que hago del resultado es que la gente no quiere más de lo mismo, que aboga por otro tipo de PSOE. Creo que los socialistas gallegos no perdonaron la abstención a favor de Rajoy; estuve en muchos actos y eso se notaba. Los militantes gallegos ejercieron su derecho a decir claramente lo que quieren y manifestaron rotundamente que no queremos más de lo mismo. La victoria de Pedro Sánchez fue clarísima, importante y diría que rotunda. Se dijo claramente lo que se deseaba y no creo que eso sea complicado de entender para ningún ser humano. Si alguien cree que esto debe llevar a la ruptura o promueve división, para mí estará haciendo un análisis equivocado.

Pero hubo declaraciones muy duras contra usted o cargos socialistas afines a Pedro Sánchez. Abel Caballero, por ejemplo, fue muy duro.

Ellos, que tanto decían que no éramos gente de partido, tendrán que demostrar ahora que ellos sí son personas de partido, y yo creo que lo demostrarán. Ahora hay un proyecto elegido por la mayoría de militantes y, si todos somos gente de partido, es el momento de demostrar esas cualidades para ir todos a una. Estas primarias suponen un momento que va a quedar en la historia del PSOE y no voy a estropear eso con declaraciones sobre algunas palabras anteriores.

Por su experiencia como diputada en el Congreso, ¿cree que será complicado coser el grupo parlamentario socialista?

Hablo por mí, pero yo, después de votar no a Rajoy, fui sancionada y defenestrada y seguí trabajando a destajo, como la que más. Presenté iniciativas e hice equipo, así que imagino que el resto hará lo mismo. Para mí, ser diputada es un oficio, un trabajo, y entiendo que las personas con responsabilidad actuarán de la misma manera. Creo, espero y estoy segura de que va a ser así.

Tras la victoria de Sánchez, ¿ve posible una moción de censura para desalojar el PP de la Moncloa?

Pedro Sánchez, en sus intervenciones públicas, ya dijo que uno de sus objetivos era intentar desalojar a Rajoy del Gobierno. Creo que como posibilidad es factible porque fue una de sus promesas. No se puede soportar ni un minuto más a este PP que no gobierna pensando en los ciudadanos.

En una anterior entrevista, apostaba con claridad por los acuerdos con otras fuerzas de izquierda. ¿Sigue pensando lo mismo?

El PSOE, ahora, va a recuperar posiciones y a fortalecerse, pero obviamente no creo que lograr acuerdos con partidos de izquierda sea nada malo ni perjudicial. Quiero un PSOE fuerte, pero si con toda esa fortaleza no nos llega y hay que pactar, pactaremos. Lo que es inasumible para un PSOE que se diga socialista es abstenerse para que gobierne el PP, por eso las alternativas a eso me parecen buenas y coherentes. Pactar con fuerzas progresistas entra dentro de lo legítimo y de lo razonable, lo que no lo sería es dejar que gobierne un partido cuyos proyectos e ideología no tienen nada que ver con nosotros. Eso no es lógico ni razonable. La alternativa al PP es el PSOE, somos nosotros, pero si debemos serlo solos o con ayuda será decisión de los ciudadanos. 

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