El incremento de los enfermos de COVID-19 ingresados en Ourense ha llevado a las autoridades sanitarias a suspender las operaciones que no son urgentes en el hospital de la ciudad. Estas intervenciones se han pospuesto sin nueva fecha prevista. La vuelta a la programación ordinaria dependerá de cómo evolucione la pandemia en la provincia, que en la actualidad concentra más de una cuarta parte de los casos activos de Galicia, con 1.489 sobre los 5.675 de la comunidad.
Desde la gerencia del área sanitaria explican que la decisión se adoptó para asumir “con seguridad” las operaciones que son urgentes o que están relacionadas con dolencias oncológicas. El Sergas ha informado de que en la actualidad hay 15 enfermos de COVID en la unidad de críticos, a los que se suman los de otras patologías. Otro centenar de enfermos de coronavirus están ingresados en planta en los hospitales de la provincia y son “susceptibles” de requerir atención intensiva, lo que “aconseja limitar la actividad quirúrgica programada”. La Xunta no ha hecho públicos desde el inicio de la pandemia los niveles de ocupación de camas hospitalarias y UCI, aunque el Ministerio de Sanidad incluye desde hace semanas en sus informes este dato para toda la comunidad. La información por áreas sanitarias no se ha puesto a disposición de la ciudadanía ni por parte del Gobierno gallego ni del central.
En algunos casos, las intervenciones previstas se han sustituido por otros procedimientos para los que no hacen falta cuidados intensivos postquirúrgicos ni estancia hospitalaria. El objetivo es, según las autoridades sanitarias de la provincia, “salvaguardar la capacidad de ingreso” por la situación actual y por el “repunte de ingresos habituales en este periodo del año”. Las intervenciones programadas se mantienen en los hospitales comarcales de Verín y Valdeorras.