La trastienda de Electric GT: así se gesta desde España el gran torneo de los Tesla

Bajo la atenta mirada de Tesla, y con la energía limpia y la interactividad como reclamos principales, Electric GT calienta motores para arrancar este año como la primera competición de turismos eléctricos. Un juego paralelo con realidad virtual, la posibilidad de que el público eche una mano a los pilotos y una organización con gran presencia española son algunas de las claves de este campeonato que echó a andar en una charla informal hace casi dos años.

“Todo nace en una llamada que me hace Marc Gemmel en mayo de 2015”, explica Agustín Payá, director técnico de Electric GT Holdings y, junto a Gemmel, organizador del campeonato. “Él regresaba del Gran Premio de Fórmula E [una categoría de competición de monoplazas eléctricos] y me preguntó si el Tesla Model S podía ser un buen coche de carreras”. Agustín volvía entonces del Paris Dakar, donde participó con el coche eléctrico de Acciona. Su respuesta fue afirmativa y en ese mismo momento empezó a gestarse la nueva competición.

En este campeonato en ciernes la tecnología es la misma que en la Fórmula E, con la diferencia de que en Electric GT en vez de monoplazas se utilizan coches carrozados. “Nuestro campeonato se hace con turismos, con coches de calle que pasan a la competición. Ahí se demuestra que esos vehículos pueden hacerlo muy bien en circuito y se dimensiona su valor”, apunta Agustín.

El trasladar los coches al campeonato sirve además para hacer que la tecnología automovilística eléctrica avance. “Un Tesla funciona muy bien, pero si lo llevamos al mundo de la competición se invierte muchísimo en I+D para poder ganar”, explica Borja Cabrera, presidente del Club de Propietarios de Tesla España y parte del equipo directivo e inversor del campeonato. “Y esa tecnología, esa inversión en baterías, que es el gran problema de los eléctricos... Si se invierte en grafeno, en nuevas baterías de aluminio-aire, eso ayudará al mercado global”, sentencia.

Payá también lo tiene claro: la competición es una forma de impulsar un cambio necesario y de contribuir al avance de los coches eléctricos. “La industria de la automoción lleva cien años haciendo lo mismo. Ha conseguido muchas cosas pero tiene unos daños colaterales, que es la salud, y ha llegado el momento de cambiar”, apunta.

La atenta mirada de Tesla

Durante el primer año, los vehículos protagonistas, tal y como quedó claro en esa primera llamada, serán los Tesla Model S. Por ello, la organización ha avanzado de la mano de la empresa que encabeza Elon Musk con el objetivo de poder adaptar los coches al circuito de carreras.

“Estamos trabajando con la compañía desde el principio. Un coche de carreras derivado de un Tesla no se hace sin que la marca participe. Y especialmente con un coche como el Tesla Model S, que incorpora mucha tecnología”, explica Agustín. En el caso de estos vehículos eléctricos, quitar algo en apariencia tan simple como un asiento puede hacer que el coche deje de funcionar. Así que realizar modificaciones más amplias y desconectar parte de los mecanismos de seguridad habría sido una tarea imposible sin apoyo de los fabricantes.

“Van a reparar los coches cuando haya necesidad de que intervengan. Y nos han dado dispositivos para inhibir todos los sistemas de seguridad que incopora, que no son pocos. El Tesla Model S lleva diez cámaras de detección del entorno, y si le tapas una ya se queja, así que ha sido un reto”, relata Payá.

Con 778 caballos de potencia y capaces de acelerar de 0 a 100 kilómetros por hora en 2,1 segundos, veinte pilotos, chicos y chicas, llevarán estos coches eléctricos al límite en siete circuitos europeos. En España habrá una parada, en el circuito de Barcelona-Cataluña. En la lista de pilotos, a los que se les pide que, además de maestros en la conducción, sean también capaces de transmitir el mensaje de sostenibilidad e innovación del campeonato, está Dani Clos, antiguo piloto de Fórmula 1 y, por el momento, único nombre español en la lista de participantes.

“Este campeonato ayudará a que la gente se de cuenta de que un coche eléctrico no tiene que ser menos potente que los de gasolina”, explica Cabrera. En pleno proceso de creación de un equipo, Play and Drive, sus coches compiten con vehículos de gasolina como parte de las pruebas. “Y dan muy buenos resultados. Hay ciertas ventajas. En altura se comportan muy bien”, relata este fanático de los vehículos eléctricos. “También hay desventajas, como el tema de la recarga, aunque esto en unos años terminará por subsanarse”.

Aunque ahora los Teslas sean los únicos protagonistas, a partir del segundo año, y dentro de una normativa que establecerá reglas de igualdad, de potencia y de energía almacenada en la batería, Electric GT permitirá la entrada de propuestas de otros fabricantes, convirtiéndose así en una competición más amplia con algunas de las escuderías más clásicas en su versión eléctrica.

Una competición interactiva con algunos trucos

Otra de las novedades de las que presume la competición es la interactividad con el público, que, según Payá y Cabrera, será clave. “En Electric GT la interacción piloto-público mundial va a ser enorme, jamás vista”, afirma Agustín. “El Tesla Model S lleva una gran pantalla en la consola central y esa va a ser la herramienta de relación del público mundial con los pilotos. Va a haber un ‘feedback’ directo, algo nunca visto”, insiste. “Se le podrá animar [al piloto] y se le podrá dar, al animarle, una potencia extra para adelantar en ocasiones”, concreta Cabrera. Una novedad que hará que el público juegue un papel decisivo en las carreras, hasta el punto de condicionar las victorias.

Además, y como en otras competiciones, el coche contará con una cámara interior que permitirá ver al piloto y cómo conduce. Respecto a la retransmisión, y según Cabrera, se han rechazado ofertas de canales privados, ya que la idea de la organización es que sea accesible a través de alguna plataforma 'online' de contenidos.

Junto a todo esto, en mayo, Electric GT dará el pistoletazo de salida a un juego “con calidades virtuales nunca vistas” y que se disfrutará con unas gafas de realidad virtual. Sobre él, Payá explica que “va haber una convergencia muy clara entre el jugador virtual y el jugador real. En algún momento se van a encontrar”.

Un cambio de paradigma

Además de buscar una competición de alto nivel con su ración de espectáculo, el objetivo de estas carreras, según sus organizadores, es contribuir al cambio del modelo energético y a concienciar de la necesidad de proteger la calidad del aire en las ciudades. “Queremos movilizar a la gente, para que vaya optando por modelos energéticos y de conducta de vida que nos lleven a una situación mucho mejor de energía limpia abundante y disponible para todos”, explica Payá.

Según el organizador, el mercado está rotando claramente hacia las nuevas tecnologías. “Volkswagen o Mercedes se están pasando a la tecnología eléctrica”, concreta. Sin embargo, parece que en España, como en muchas ocasiones, vamos más despacio.

“El cambio de paradigma ya ha empezado, pero las cosas se han de ver desde cierta perspectiva. Si analizas la influencia del coche eléctrico en España, es escasísima. Pero no es ejemplo de otros territorios, donde estos vehículos están teniendo una influencia muy potente”, detalla. “Nuestro país no siempre reacciona bien a estas oportunidades de negocio. Aquí no producimos petróleo, o sea que dependemos de otras energías que sí tenemos, y aún así está costando aprovechar este tipo de oportunidad empresarial”, se lamenta.

Con la energía limpia por bandera, Electric GT intentará que su presencia sirva para proyectar valores de sostenibilidad y difundir el mensaje del automóvil eléctrico como apuesta de futuro en todo el mundo (y también, y aunque parezca que cuesta más escucharlo, en nuestro país). “Ha llegado el momento de evolucionar”, sentencia el organizador del evento.

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Todas las imágenes de este artículo son propiedad de Agustín Payá y Electric GT