El Consell Insular establece un límite de 120.000 vehículos en Menorca para regular el tráfico estival

Lara Torrecillas

Mallorca —
10 de julio de 2025 17:47 h

0

El Consell de Menorca ha establecido un techo recomendado de 120.000 vehículos para la isla durante los meses de verano, con el objetivo de regular la circulación y preservar el equilibrio entre el desarrollo económico y la protección de su medio ambiente. De este total, 86.023 vehículos corresponderían a residentes, dejando un margen de 33.977 para visitantes y empresas, según lo explicado por el presidente de la institución, Adolfo Vilafranca, y el conseller insular de Movilidad, Juan Manuel Delgado.

“Hemos asumido la responsabilidad de poner límites por primera vez”, destacó Vilafranca. “Somos conscientes de que Menorca es Reserva de la Biosfera y debemos procurar un equilibrio entre el desarrollo económico y el bienestar de los menorquines”. El estudio, elaborado por la empresa Cinesi, analiza la evolución del tráfico desde 2010, y subraya un creciente uso del vehículo privado, especialmente desde 2017, con picos de hasta 15.000 vehículos diarios en algunos puntos de la isla durante los meses de verano.

El estudio propone que el sistema de control se implemente entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, aunque el Consell podrá ajustar estas fechas dependiendo de las necesidades de gestión. La distribución de las cuotas de vehículos se hará entre vehículos de uso particular (60%) y vehículos de alquiler sin conductor (40%). Los turismos (80%) serán la prioridad y se dejará una reserva limitada para autocaravanas, siempre condicionada a la disponibilidad en los campings.

Exenciones y medidas de control

El estudio también establece una serie de excepciones, tales como vehículos de residentes, personas con movilidad reducida, empresas locales y vehículos con reservas en campings, que no estarán sujetos a la regulación. Además, se instalarán cámaras de lectura de matrículas en puntos clave de la isla, como los puertos de Maó y Ciutadella, y en la red viaria principal, para controlar el acceso y sancionar automáticamente a los vehículos no autorizados. Las empresas de alquiler deberán notificar la entrada y salida de sus vehículos, y se propone implementar un sistema informático para gestionar esta información.

El presidente del Consell destacó que este estudio supone “un paso adelante significativo” respecto al anterior realizado en 2023, que no fue validado por los técnicos del Consell. A diferencia de la propuesta de 2023, que también planteaba restricciones para los residentes, el nuevo estudio protege explícitamente a la población local, lo que ha sido resaltado por Delgado como una de las grandes diferencias con la propuesta del año pasado.

Próximos pasos

El siguiente paso es la creación de un reglamento para formalizar la regulación, lo cual llevará entre seis y doce meses. Según Delgado, este reglamento deberá “cubrir todos los aspectos de la regulación”, desde la gestión de sanciones hasta las cuotas de vehículos, y será clave contar con un sistema informático eficiente para que el sistema sea operativo.

La medida no está exenta de controversia, ya que la reducción del número de vehículos ha generado críticas de algunos sectores, especialmente entre las empresas de alquiler de vehículos. Sin embargo, los responsables del Consell insisten en que el objetivo final es mejorar la calidad de vida de los menorquines y la sostenibilidad de la isla, similar a lo que ya se ha implementado en otras islas del archipiélago, como Formentera y, en menor medida, Eivissa.

La tendencia regional

La iniciativa de Menorca se alinea con las estrategias adoptadas en otras islas del archipiélago balear. El Consell Insular de Eivissa ha implementado este verano por primera vez una regulación a la entrada de vehículos, mientras que Mallorca también plantea nuevas medidas para regular el acceso a la isla. En Formentera llevan cinco años aplicando medidas similares en temporada estival, lo cual ha permitido reducir el tráfico en una isla que no cuenta con semáforos.

Estas acciones reflejan una creciente preocupación por la sostenibilidad en el turismo y la movilidad. Ambos son sectores clave para la economía de las Islas Baleares, pero cuya presión sobre el entorno natural empieza a ser insostenible.