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El Parlament balear vuelve a ser escenario de fricciones entre PP y Vox. La formación de extrema derecha ha lanzado un nuevo órdago a los conservadores, a los que ha advertido de que no apoyará la convalidación de una de sus normativas clave, la ley de proyectos estratégicos, si estos no acceden a tramitar la proposición de ley (PL) que los de Santiago Abascal registraron la semana pasada para blindar el español como lengua vehicular en la educación.
“Nuestros votos no son gratis”, ha aseverado el portavoz adjunto de Vox en la Cámara, Sergio Rodríguez, quien ha ligado el respaldo de su partido al “cumplimiento exacto” de los acuerdos alcanzados con el PP el pasado mes de mayo para aprobar los Presupuestos de 2025.
En aquel documento, los conservadores se comprometían a reformar la ley balear de educación para declarar la vehicularidad del castellano, pero los de Bambú quieren ir más allá: mediante la iniciativa presentada la semana pasada - “de manera unilateral”, recrimina el PP, y sin que éste tuviera conocimiento de la misma-, los de Abascal pretenden segregar a los alumnos en función de la lengua con la que las familias decidan que estudien sus hijos, lo que, a juicio de los populares, supondría “cargarse” el Decreto de Mínimos, uno de los pilares de la política lingüística en el archipiélago.
No en vano, desde su aprobación en 1997, el Decreto de Mínimos garantiza en al menos un 50% el uso del catalán en la enseñanza, un principio que el PP asegura no estar dispuesto a infringir. Tras conocer la Proposición de Ley, los conservadores anunciaron de inmediato que votarán en contra de su admisión a trámite, algo que no ha sentado bien en las filas de Vox.
En declaraciones a los medios, Rodríguez ha dejado claro que, a día de hoy, su grupo parlamentario “no está del todo de acuerdo” con el contenido de la ley de proyectos estratégicos, que establece un nuevo marco regulador dirigido a simplificar y agilizar la tramitación de iniciativas tanto públicas como privadas. El diputado alega que la norma no fue negociada en el marco del pacto presupuestario, por lo que reprocha al PP que pretenda “imponer” medidas relativas, entre otros aspectos, a la tramitación de proyectos fotovoltaicos sin haber dialogado con Vox.
“Vox sí cumple con la palabra dada, sí es consecuente con los acuerdos firmados y sí aprobó unos presupuestos a cambio de unos acuerdos que no pueden quedar guardados en un cajón”, ha recalcado Rodríguez, quien también ha hecho referencia a asuntos como la memoria democrática o la inmigración, con los que quieren ser “extremadamente rigurosos”. El parlamentario ha hecho, asimismo, un alegato contra la Agenda 2030 y ha anunciado que su partido no participará más en la comisión parlamentaria que estudia los efectos del cambio climático sobre la agricultura, la pesca y la ganadería.
En esta línea, ha recalcado que si el PP quiere los votos de Vox “debe negociar”, deslizando que no se trata de “chantajes”, toda vez que ha acusado a la presidenta del Govern, Marga Prohens (PP), de no tener “cultura del pacto”.
Acerca de si el PP podría haber dado por roto el acuerdo de presupuestos, ha aclarado que, a su manera de ver, los conservadores “no cumplen con la palabra dada” en el momento en el que se “priva” al Parlament del debate de un acuerdo para que el castellano sea lengua vehicular en Balears.
El PP: “Cumplir acuerdos, siempre; traspasar líneas rojas, nunca”
Durante el pleno celebrado este martes, el Govern de Prohens señaló que acatará incluir el español como lengua vehicular en las escuelas de Balears, tal como le exige Vox y quedó plasmado en el acuerdo presupuestario, si bien advierte de que no traspasará “líneas rojas”. El vicepresidente primero del Ejecutivo autonómico, Antoni Costa, aludió -sin citarlos expresamente- a los límites marcados por los conservadores en materia lingüística y que la formación de extrema derecha deberá tener presentes si quiere que el castellano sea vehiculado en la enseñanza: no se derogarán ni la Ley de Normalización Lingüística ni el Decreto de Mínimos.
“Cumplir acuerdos, siempre; traspasar líneas rojas, nunca”, espetó Costa en respuesta a la pregunta que le formuló la portavoz parlamentaria de Vox, Manuela Cañadas, quien acusó al Govern de mantener un doble discurso en relación con los acuerdos con los de Abascal. “Ante los medios venden que los acuerdos de Vox son chantajes y luego no pueden gobernar sin pactar con nosotros”, manifestó.
La cuestión no es baladí: el PP gobierna en solitario en Balears, pero necesita de los votos de la extrema derecha para sacar adelante decretos, presupuestos y reformas clave. Pese al pacto presupuestario rubricado en mayo, las tensiones se han multiplicado en los últimos meses. El nuevo aviso de Vox reabre así un pulso que amenaza con complicar la estabilidad parlamentaria de Prohens y vuelve a poner de relieve que la legislatura depende de un delicado equilibrio en el que cada votación se convierte en una negociación.