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Detenido por desobediencia grave el empresario de Ibiza que tiene amenazados a ecologistas y autoridades

Turistas en la bahía de Porroig, donde opera el detenido.

Nicolás Ribas

Eivissa —

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La Policía Local de Sant Josep de sa Talaia ha detenido este lunes a Evaristo Soler Cardona -el empresario al que la Guardia Civil (Seprona) acusa de un delito contra el medio ambiente-, por un delito de desobediencia grave contra la autoridad y sus agentes. La detención se ha producido en el marco de un operativo del Ajuntament de Sant Josep, que ha retirado este lunes por la mañana el primero de los barcos que hay en la carretera de Cala Tarida (Eivissa), pegados a la finca donde Soler Cardona también tiene un vertedero ilegal de embarcaciones, vehículos y residuos peligrosos y contaminantes.

Estas embarcaciones, según ha explicado el Consistorio en una nota de prensa, fueron depositadas por el propietario sin disponer de ningún tipo de autorización, además de haberlas dejado en la franja de dominio público de la carretera, lo que representa “un riesgo para el tráfico y para las personas”. Durante la tarde de este lunes se retiró una segunda embarcación y este martes se procederá a la tercera.

Los barcos retirados permanecerán custodiados por el Ayuntamiento durante 15 días, para que el propietario los reclame y se haga cargo de los gastos asociados a la operación. En cuanto a la detención, esta se habría producido ante la “nula cooperación” de la persona identificada como responsable de las embarcaciones y a los intentos de obstaculizar la retirada de los barcos. El individuo acusado de un delito de desobediencia grave es el propietario de la finca que utiliza como vertedero ilegal, que responde al empresario Evaristo Soler Cardona, como publicó elDiario.es.

Bloqueo del operativo

Mientras se estaba organizando el operativo, la persona acusada ha dejado un vehículo de gran tonelaje bloqueando el paso con el objetivo de complicar la retirada de la embarcación, motivo por el que los operarios han tardado más de hora y media en finalizar los trabajos. En cuanto a la casa de campo de alrededor, que posee unos terrenos que están siendo usados a modo de vertedero ilegal (hay un centenar de vehículos, coches, camiones y maquinaria pesada, además de decenas de embarcaciones), el Consistorio ha vuelto a confirmar que actuará de manera subsidiaria para limpiarlo. Para ello, se publicará una licitación para adjudicar los trabajos a una empresa privada “por la vía de la urgencia”. Como ya informó el Ajuntament, el coste de los trabajos, que asciende a cerca de 780.000 euros, será repercutido al propietario de la finca.

Evaristo Soler Cardona también está acusado por la Guardia Civil de un delito contra el medio ambiente por colocar, presuntamente, muertos (estructuras de fondeo de embarcaciones) sobre la posidonia, una planta protegida por la legislación. Estos hechos están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa.

Los muertos son utilizados en ocasiones por barcos y yates para fondear en las costas de Eivissa y Formentera, pero está prohibido hacerlo sobre la posidonia. El impacto se produce no solo por la estructura del muerto, sino también por sus cadenas de borneo que dan vueltas alrededor del muerto arrasando la posidonia, como una segadora. “El fondo marino de Porroig es una de las zonas más impactadas de las Pitiüses, tanto por los muertos que se colocan ilegalmente, como por las embarcaciones que fondean con ancla y cadena”, explica a elDiario.es Xisco Sobrado, técnico del Área Marina del GEN-GOB.

El GEN-GOB es una organización ecologista a la que el Ajuntament de Sant Josep encargó un estudio, por valor de 7.000 euros, que identificó 112 muertos en las aguas de la bahía de Porroig, el 78% de los cuales fondeaba sobre la importante extensión de praderas de posidonia oceánica de la zona. Entre los días 11 y 26 de abril de 2022, el Consistorio realizó los trabajos de limpieza y desmantelamiento de los muertos del fondo marino, que fueron ejecutados por Eivisub y Servisub -empresas de buceo profesional-, a razón de 37.000 euros.

Un mes después, miembros de Maltesa del Mar -plataforma sin ánimo de lucro que aboga por la conservación del fondo marino- afirmaron que recibieron amenazas de muerte por parte de Soler Cardona, mientras se sumergían en apnea para comprobar y grabar el estado del fondo marino de Porroig, donde identificaron una decena de muertos más que no pudieron ser retirados. Mientras buceaban, el biólogo marino Pablo Montoto y uno de sus compañeros dicen que vieron cómo se aproximaba hacia ellos una pequeña embarcación manejada por el denunciado, Soler Cardona, quien -según los denunciantes- les interrogó sobre lo que estaban haciendo en el lugar y les aseguró que no podían estar allí, que era él quien se encargaba de controlar la zona.

“Te espero con la escopeta reforzada”

La concejala de Medio Ambiente de Sant Josep, Mónica Fernández, también denunció amenazas de muerte de Soler Cardona. Después de años desoyendo los requerimientos para desmantelar su vertedero ilegal, el Consistorio le abrió un expediente sancionador en mayo de 2021, explicaron fuentes del ayuntamiento a elDiario.es. Sin embargo, Soler Cardona no solo seguía desobedeciendo, sino que en una reunión acordada por Fernández, un letrado municipal le explicó el procedimiento a seguir en relación al vertedero, pero el empresario de Porroig se negó a recoger la notificación que le abría un expediente sancionador. En lugar de ello, explica Fernández a elDiario.es, la amenazó tanto a ella como a los dos funcionarios presentes, siempre según su versión.

“Te espero con la escopeta reforzada que tengo”, “pasaré por tu casa, pero iré de noche”, “tengo muchos amigos mafiosos rusos y a los políticos corruptos se los manda a la mafia”, “Sant Josep tiene muchos bosques y la maleza es un combustible excelente”, fueron algunas de las amenazas que quedaron recogidas en la denuncia que presentó la concejala de Medio Ambiente ante la Guardia Civil y que terminaron en una pequeña condena para Soler Cardona, circunscrita a pagar una multa de 8 euros durante 30 días.

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