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La regidora de Medio Ambiente, Medio Rural y del Mar, Ferias y Cementerio en el Ayuntamiento de Llucmajor, María Pilar Seguí, ha presentado su renuncia al cargo, según ha informado el Consistorio, por motivos personales. La dimisión de Seguí se produce tras la publicación de las imágenes de la macrogranja avícola de Llucmajor, explotada por la empresa Avícola Son Perot, en las cuales entidades animalistas denuncian situaciones de maltrato animal y riesgo de enfermedades por contagio.
La representante local ha formalizado este viernes su dimisión y su decisión se trasladará al próximo pleno municipal para su conocimiento. Seguí es la única regidora de Agrupación Social Independiente (ASI) la corporación local y, en el momento en el que se dé el visto bueno a su renuncia, se solicitará a la Junta Electoral Central las credenciales del nuevo edil para que pueda tomar posesión de su acta.
La concejala del ASI, el partido populista que gobierna Llucmajor con el PP y Vox, se ausentó del tenso pleno de este miércoles porque se sentía indispuesta. La sesión acabó en un monográfico sobre la macrogranja del municipio, que la alcaldesa, María Francisca Lascolas (PP), se niega a cerrar a pesar de la gravedad de las imágenes y de que no cuenta con la autorización ambiental integrada.
La macrogranja ya irrumpió en el pleno de Llucmajor en septiembre de 2024. Todos los grupos políticos votaron a favor de posicionar al Ayuntamiento en contra de las macrogranjas en Mallorca y de revisar la actividad de la finca. Lo segundo no ocurrió: el tripartito (derecha, ultraderecha y populismo anticatalanista) que gobierna alega que la competencia es del Govern balear, gobernado por el PP.
La empresa, que defiende que las imágenes fueron alteradas por las entidades animalistas, sigue operando con normalidad, si bien la Guardia Civil, el Govern y el sello Welfair han iniciado una investigación para esclarecer los hechos y Alcampo ha decidido retirar los productos de Avícola Son Perot. La compañía cuenta con un certificado de bienestar animal Welfair expedido por AENOR, empresa que propuso pactar la fecha de la audotría, según ha publicado en exclusiva elDiario.es.
Quejas de los vecinos por los olores y contaminación
Los vecinos del municipio llevan años lamentando los efectos nocivos de la macrogranja, especialmente en lo referido a los olores a excrementos y a las moscas. “Tenemos que cerrar puertas y ventanas para que los gases fétidos, posiblemente tóxicos, no entren en las casas”, lamenta una afectada a elDiario.es. La macrogranja dispone de seis naves con una capacidad máxima autorizada de 135.696 gallinas y un estercolero de 4.835 metros cuadrados, según consta en el proyecto presentado ante el Govern.
Entre otras cosas, los vecinos y vecinas denuncian las emisiones de amoníaco que produce la granja, siendo este un gas contaminante que emana de la descomposición de excrementos. Nati, quien vive en la urbanización de Tolleric —a un kilómetro de la granja—, compró la casa en la que vive en 2003. Entonces, según su relato, ya llegaban olores de la granja, pero en ningún caso como ahora. “Cuando se volvió insoportable fue a partir de 2019: pasamos de olores puntuales a que fuera insostenible”.