Cientos de personas exigen en Rabat la liberación de la periodista acusada de abortar: “Mi vida personal es mía”

Sonia Moreno

Rabat (Marruecos) —

“Libertad para Hajar”, se podía leer en las pancartas de que sujetaban las integrantes de la Federación de la Liga Democrática de los Derechos de las Mujeres (FLDDF) a las puertas del Tribunal de Primera Instancia de Rabat. Este lunes a mediodía, volvían a comparecer ante la Justicia la periodista marroquí Hajar Raissouni, detenida el pasado 31 de agosto acusada de un supuesto aborto ilegal y de mantener relaciones prematrimoniales. También han comparecido su novio, con el que iba a casarse la semana que viene y que también fue detenido, un activista y un profesor universitario sudanés.

Cientos de personas, convocadas principalmente por las redes sociales a lo largo del fin de semana, se reunían en la zona una hora antes del juicio. Se han concentrado asociaciones locales, nacionales e internacionales, además de mujeres, periodistas y otros ciudadanos, que se agolparon a las puertas del tribunal para pedir su “liberación inmediata”.

“Lo que está pasando con Hajar Raissouni es un horror. Estoy aquí en solidaridad como mujer porque es importante que cada una pueda decidir sobre su cuerpo, y como periodista porque está claro que este juicio no es solo por el aborto, va más allá, se han inventado un informe”, sostiene a eldiario.es la periodista marroquí Dounia Zineb Mseffer.

La reportera lo considera “un juicio político” porque, asegura, “da igual que ella sea islamista y da igual quien sea su tío -Ahmed Raissouni, presidente de la Federación Mundial de Ulemas Musulmanes-”. “Es ante todo una mujer, que además como periodista ha tratado temas sociales, como las revueltas del Rif, que son un poco conflictos dada la justicia y el orden político de este país”, critica.

La joven de 28 años fue detenida, junto a su prometido, el doctor, el enfermero y la secretaria de la clínica; y aunque el día 2 de septiembre pasaron a disposición judicial, el caso todavía no había saltado a la prensa ni se había difundido en las redes sociales. Sin embargo, en esta segunda comparecencia las puertas quedaron bloqueadas por la gente entonando cánticos y con pancartas en defensa de los detenidos.

El juicio ha quedado aplazado hasta el próximo 16 de septiembre. El abogado ha solicitado su liberación y que comparezca en una semana, ya libre, ante el tribunal. En las próximas horas se conocerá si esta petición es o no aceptada.

“Es una víctima de esta ley misógina”

Los carteles y eslóganes también han reivindicado la legalización del aborto, un tema que vuelve a convertirse en objeto de debate tras el arresto de la periodista del diario Ajbar Al Yaum. “Estamos aquí en apoyo y solidaridad con Hajar Raissouni en cuanto a mujer víctima de esta ley misógina. Luchamos por la libertad sexual de todos y todas, y por el derecho a abortar”, sostiene a este medio Ibtissam Lachgar, portavoz del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI). En Marruecos, el aborto está penalizado en todas las circunstancias, excepto cuando corra peligro la salud de la madre.

Lachgar, además, sostiene que “el examen ginecológico que le impusieron durante el arresto es violencia sexual”. La periodista fue conducida de la cárcel a un reconocimiento en el hospital Ibn Sina de Rabat para comprobar si realmente había acudido al ginecólogo por “una hemorragia interna”, como declaró, o para interrumpir el embarazo.

“Mi vida personal es mía” ha sido otro de los eslóganes que han enarbolado los manifestantes. Se refieren al dosier que no ha respetado, insisten, la libertad de la detenida al publicar este fin de semana fotografías donde se produjo el supuesto aborto, así como un informe de expertos que la acusa de interrumpir el embarazo hasta en dos ocasiones.

El equipo de Amnistía Internacional (AI) en Marruecos, que emitió un comunicado el viernes pidiendo su liberación, asegura a eldiario.es que “este juicio está basado en una ley que va en contradicción con la Constitución de Marruecos, que reconoce la Convención Internacional de los Derechos Humanos, que exige el respeto de la libertad sexual de las mujeres, el derecho de las mujeres a abortar y a mantener relaciones sexuales consentidas”.

La ONG ya lanzó en 2014-2015 la campaña mundial ‘Mi cuerpo, mi derecho“ para exigir el respeto al derecho reproductivo y sexual de las mujeres, y con el caso de Hajar llaman a las autoridades, una vez más, ”a abolir el artículo 490 del Código Penal marroquí que penaliza todas las relaciones consentidas entre adultos -fuera del matrimonio- y para respetar las libertades individuales“.

Abdelhamid Amine de la Asociación Marroquí de los Derechos Humanos (AMDH) ha ido más allá y tacha a Marruecos de ser “un Estado policial que comienza a rebasar los límites”. “Estamos aquí defendiendo la igualdad de las mujeres, las libertades individuales y democráticas de nuestro país para exigir la liberación inmediata de la joven periodista que ha sido detenida de manera abusiva e ilegal”, agrega.

Una amiga de Raissouni, también periodista, ha acudido a la concentración. Se mostraba triste y no ha querido hacer declaraciones a la prensa allí congregada. Periodistas de otros medios públicos en Marruecos han declinado también hacer declaraciones. “No tenemos permiso del medio para hablar sobre el tema”, ha zanjado una periodista de la televisión marroquí.