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ENTREVISTA

Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España: “Si no logramos romper el círculo de impunidad, los conflictos se eternizan”

Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España

Ayelén Oliva

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Pocos días después del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, las organizaciones de derechos humanos ya describían la situación como una “catástrofe humanitaria”.

Esteban Beltrán, director Amnistía Internacional España, dice que el objetivo más urgente de la comunidad internacional debe ser proteger la vida de los ucranianos, el derecho a la disidencia en la sociedad rusa y establecer una comisión investigadora que documente los crímenes de guerra para poder juzgar el accionar de Vladímir Putin.

“La preocupación ahora es proteger a la población civil”, dice el director Amnistía Internacional España el día previo al acuerdo de Rusia con Ucrania para establecer corredores humanitarios.

Desde la perspectiva de derechos humanos, ¿cómo define a la invasión rusa en Ucrania?

Estamos ante un crimen de agresión. Es decir, es una penetración de un Estado a otro, con un Gobierno legítimamente constituido. Rusia incumple de dos maneras el derecho internacional. Una, con el acto de agresión en sí mismo. Otra, con los crímenes de guerra que tienen consecuencias catastróficas para los derechos humanos.

¿Qué son los crímenes de guerra?

Los crímenes de guerra, según marca el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, son actos planificados, sistemáticos, prohibidos en las leyes de la guerra. En este caso Amnistía Internacional ha documentado, por ejemplo, el ataque a cuatro escuelas dejando varios heridos y muertos, ataques contra la población civil en cinco ciudades que afectaron la infraestructura del lugar, destruyeron escuelas y hospitales. Esto es lo que llamaríamos crímenes de guerra, son los crímenes más graves que se pueden cometer en el marco de un conflicto armado.

Los crímenes de guerra están clasificados como tales por el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. ¿Ucrania ha ratificado este documento?

Desde el año 2014 se pueden investigar los crímenes de guerra que cometan tanto el Gobierno de Ucrania como el Gobierno ruso, a pesar de que ni Rusia ni Ucrania forman parte de la Corte Penal Internacional. Ucrania, en el año 2014, aceptó la jurisdicción de la Corte Penal Internacional para investigar crímenes de guerra. Entonces, a pesar de que no han ratificado el estatuto, Ucrania sí ha reconocido la posición de la Corte, por lo tanto cualquier crimen de guerra que se pueda cometer por Rusia o por Ucrania puede ser investigado por el fiscal de la Corte Penal Internacional, que de hecho ya ha iniciado una investigación.

¿Y en el caso de Rusia?

Los crímenes de guerra pueden ser investigados por cualquier juez en cualquier lugar del mundo. Si la justicia encuentra a los responsable de estos crímenes, hay que llevarlos ante la justicia. El primer paso es que exista una investigación abierta. Por lo tanto, es muy importante ahora que haya una comisión que documente todo lo que está ocurriendo en la zona, esa es la discusión que hemos tenido en el marco de las Naciones Unidas, porque es la documentación lo que va a alimentar las futuras investigaciones judiciales.

¿El principal objetivo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en este momento es documentar los crímenes?

Hay dos, uno que es muy evidente y el otro que no se nos debe olvidar. El primero es que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas establezca una comisión investigadora de los posibles crímenes de guerra. El otro elemento es que el Consejo nombre un relator de las Naciones Unidas para Rusia que vigile la situación de los derechos humanos en Rusia porque lo que está ocurriendo allí es el aumento de la represión por parte del Estado contra sus propios ciudadanos.

¿Han podido desde Amnistía Internacional registrar la situación en Rusia?

Nosotros hemos podido documentar que hay unas 5.800 personas que han sido detenidas en ese país por manifestarse contra la guerra. Hablar de “invasión” o hablar de “crímenes de guerra” en los medios rusos puede recibir una censura. Hay periodistas muy destacadas de la televisión rusa que han sido apartadas de sus trabajos y sometidas a presión judicial simplemente por decir que se están cometiendo crímenes de guerra o que están en contra de la guerra.

¿Cómo analiza la respuesta del Consejo de Seguridad de la ONU?

El Consejo de Seguridad tiene un sistema anacrónico, la capacidad de veto en cuestiones de crímenes de guerra no deberían existir. Esa es una de las cuestiones que varias ONGs y gobiernos reclaman. Por ejemplo, Francia, que a pesar de tener capacidad de veto no está de acuerdo en que pueda ser aplicado en crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha registrado más de un millón de personas refugiadas a causa de la invasión Rusia ¿cuál debería ser la respuesta de la comunidad internacional?

Lo que hay que conseguir primero es que haya una apertura de fronteras en los países limítrofes para que esa gente pueda pasar a Moldavia, Rumanía, Polonia, etc. Lo segundo es que, una vez que pasen, exista un procedimiento acelerado que se conceda el permiso de residencia y permiso de trabajo de manera automática a cualquier persona de Ucrania para que pueda escapar. Y lo tercero es conseguir que estas personas puedan tener acceso a condiciones razonables en el lugar donde estén. Esto es importante porque los sistemas de asilo depende del país, por lo tanto, tiene que haber una pauta común dentro de la Unión Europea para lograr que las personas refugiadas de Ucrania estén protegidas y puedan vivir.

¿Y cuál es la situación de los desplazados internos?

No olvidemos también que hay una parte que es gente que huye de sus lugares y que está todavía en Ucrania. Entonces ahí lo que es crucial es que pueda llegar la ayuda humanitaria. Ese el otro punto fundamental, atender a la gente que queda dentro de Ucrania también.

¿Cómo analiza la situación de los refugiados de otras nacionalidades como los afganos que estaban en Ucrania y que ahora deben abandonar el país?

Una de las cosas que vamos a documentar desde Amnistía Internacional en terreno es si se está haciendo el mismo procedimiento para personas de otros países que estaban en Ucrania. Si hubiera discriminación eso sería completamente inaceptable y estaría basada en el racismo y la xenofobia. No hemos podido documentar eso todavía.

¿Cuál cree que será la respuesta de Europa a esta crisis humanitaria?

La Unión Europea tiene una política en general muy restrictiva con las personas refugiadas. Pero en el caso de Ucrania, creo que es muy probable que tengamos una política mucho más abierta y más respetuosa de la legalidad internacional. Espero que eso haga más difícil en el futuro rechazar solicitudes de refugio y asilo de otros países. Hay 34 conflictos armados en el mundo en este momento. Es importante que recuperemos el concepto de que cualquier persona que huye de la de la represión tenga al menos la oportunidad de pedir asilo.

Parte de la sociedad civil ucraniana comenzó a armarse para enfrentarse al ataque de Rusia, ¿qué piensa sobre este tema?

Cuanto menos confusión haya entre el Ejército ucraniano y la población civil, mejor. Cualquier gesto por parte del Gobierno de Ucrania de confundir ejército con población civil, aunque entendemos que lo hace por defender su país, lleva a aumentar el riesgo. Cuanta más separación tengamos entre el Ejército y la población civil, habrá más protección para la población civil, aunque esto no evita los ataques de Rusia.

¿Cuál es el principal objetivo humanitario en lo inmediato?

La preocupación ahora es proteger a la población civil. Lo fundamental es abrir los pasos fronterizos para que la gente pueda llegar por vía legal y segura en condición de refugiada. La enseñanza debe ser que este tipo de conflictos no se repitan más. En 2014, en la región de Donbás, también hubo crímenes de guerra y Rusia no pagó por ello. La situación se repite siete años después. Si no logramos romper el círculo de impunidad, los conflictos se eternizan.

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