El primer ministro británico, Keir Starmer, ha recibido este miércoles al presidente israelí, Isaac Herzog, entre protestas hasta de su propio partido y tensión por el ataque de Israel en Qatar, que el británico ha condenado. El encuentro fue tenso y “difícil”, según la descripción del israelí.
El presidente israelí, cuyo papel es ceremonial, fue recibido como otros líderes delante de la puerta de Downing Street esta tarde, mientras se oían gritos provenientes de una de las protestas por su visita esta semana en Londres. El primer ministro británico aseguró que aprovecharía la cita para insistir en su mensaje de condena a la guerra de Gaza y al ataque israelí en Qatar. El Gobierno israelí dijo que Herzog quería mostrarle su “oposición a la postura del Gobierno británico sobre Israel” y quejarse de que repite “propaganda de Hamás” por denunciar la hambruna en Gaza.
Herzog se marchó de Downing Street una hora después de su llegada y sin que los líderes comentaran el encuentro que habían tenido ante las cámaras, como suele ser habitual con otras visitas.
Pese al conflicto esperado, Starmer decidió mantener la reunión. “No voy a renunciar a la diplomacia. Lo contrario sería política de colegio”, dijo Starmer en la Cámara de los Comunes, en respuesta a un diputado que cuestionó la visita a Downing Street. Starmer también recordó que su Gobierno ha suspendido la negociación de un acuerdo comercial con Israel, ha sancionado a extremistas y ha suspendido ventas de armas que Israel puede utilizar en Gaza. Y dijo: “Todos queremos un resultado que asegure la paz, que los rehenes sean liberados, que llegue la ayuda en el marco de dos Estados. Es la única manera de conseguir la paz”.
Un portavoz del Gobierno aseguró que el primer ministro iba a plantear a Herzog en persona sus quejas por “la situación intolerable en Gaza” y a pedirle que “Israel actúe para acabar con el atroz sufrimiento del que estamos siendo testigos”. El Ejecutivo laborista evita utilizar la palabra “genocidio” porque, según una carta del ministro de Exteriores, no ha llegado a la conclusión de que la actuación de Israel cumpla con la definición legal de ese crimen.
Starmer llamó unas horas antes de la visita de Herzog al emir de Qatar para expresarle su apoyo ante el ataque de Israel en su territorio y condenó el comportamiento de Israel como “una flagrante violación de la soberanía de Qatar” que puede “avivar todavía más la escalada cuando el foco debe ser acabar con el ciclo devastador de violencia en la región”.
Herzog, que no tiene poder ejecutivo en Israel, ha planeado un viaje al Reino Unido de tres días por iniciativa propia en lo que el Gobierno británico describe como “una visita privada”.
Después de encontrarse con el primer ministro, Herzog participó en una tensa conversación con la directora de Chatham House, el think-tank británico, y dijo que la reunión con Starmer fue “difícil”. “Cuando los aliados se encuentran pueden discutir”, dijo y acusó al Reino Unido de “confundir a sus amigos con sus enemigos”.
La conversación con la directora de Chatham House, Bronwen Maddox, también fue tensa. Herzog levantó varias veces la voz cuando Maddox, antes periodista, le recordó la masacre de civiles y evadió las preguntas sobre la legalidad internacional. El presidente israelí le recriminó que los británicos “no entienden” lo que está pasando.
Sanciones a ministros
Más allá de la reunión de este miércoles, la relación de Starmer con el Gobierno israelí no ha dejado de deteriorarse.
El Reino Unido sancionó en junio a los dos ministros ultraconservadores del Gobierno de Benjamin Netanyahu -uno de los primeros países en hacerlo- y está a punto de reconocer Palestina en la Asamblea General de Naciones Unidas, en coordinación con Francia y otros países europeos. A la vez, Starmer ha querido mantener abierta la comunicación con Israel, y, pese a las críticas, ha decidido recibir a Herzog, que tiene un papel ceremonial en Israel y pertenece al Partido Laborista israelí.
Starmer ha recibido llamadas incluso al arresto de Herzog, que aparece citado en el caso presentado contra Israel ante la Corte Penal Internacional por genocidio por Sudáfrica por utilizar “lenguaje deshumanizante” (unos días después de los atentados del 7 de octubre, Herzog dijo que no era “verdad” que los civiles en Gaza no estuvieran “involucrados” en la masacre y que toda la “nación” era “responsable”) . El tribunal emitió una orden de arresto en noviembre del año pasado contra Netanyahu, pero no contra Herzog.
Decenas de diputados laboristas llevan días pidiéndole a Starmer que tenga “cuidado” o que no reciba a Herzog. Más de 60 diputados laboristas, verdes y nacionalistas escoceses de los 650 en la Cámara de los Comunes expresaron por carta a Starmer su “gran preocupación” por la cita en este momento. La carta, coordinada por un diputado laborista, señala las obligaciones legales del Reino Unido como una de las partes de la convención contra el genocidio de 1948 y se queja de que el Gobierno laborista no ha tenido esto “en consideración” antes de aceptar recibir a Herzog.
“En un momento en el que más de 64.000 civiles han sido asesinados, la abrumadora mayoría de ellos mujeres y menores, esta visita se arriesga a sugerir que el Reino Unido desatiende sus obligaciones legales”, dice la misiva, que pregunta específicamente qué proceso ha pasado Herzog para recibir un visado que le permita entrar en el país y si el Gobierno ha examinado las consecuencias dentro de la convención contra el genocidio.
La carta de Lammy
En respuesta a otra carta sobre los detalles de la aplicación del embargo británico de armas a Israel, David Lammy, hasta el viernes ministro de Exteriores, dijo que el Gobierno no ha llegado a la conclusión de que Israel esté cometiendo un genocidio según la definición legal.
“El alto número de víctimas incluyendo mujeres y menores y la dimensión de la destrucción en Gaza es totalmente deplorable. Sobre la convención contra el genocidio, el crimen de genocidio sólo sucede cuando hay ‘una intención específica para destruir todo o parte de un grupo nacional, étnico, racial o religioso’. El Gobierno no ha llegado a la conclusión de que Israel esté actuando con esa intención”, dice la carta de Lammy, recién nombrado viceprimer ministro y ministro de Justicia tras la dimisión de Angela Rayner. La carta está fechada el 1 de septiembre y alude al hecho de que la justicia internacional no ha llegado a una conclusión firme sobre esta cuestión.
Algunas de las voces más críticas con Netanyahu en su partido también apoyaron que Starmer recibiera a Herzog como una manera de intentar el diálogo con alguien de otro partido distinto. Por ejemplo, una de las diputadas más críticas con Israel, Emily Thornberry, presidenta de la comisión de asuntos exteriores. En una entrevista con el diario The Guardian, dijo que Starmer tenía que aprovechar la ocasión para afrontar a Herzog con contundencia y defender la creación de un Estado palestino.