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No subestimes la capacidad de las hormigas rojas de sobrevivir tras el huracán Harvey

Estas hormigas proceden de Sudamérica, pero actualmente están presentes en el sur de EEUU, China e incluso Australia.

Anna Livsey

Hay una nueva amenaza para millones de texanos tras el huracán Harvey: se han localizado grandes balsas de hormigas rojas flotando sobre las aguas de las inundaciones.

Desplazados por las inundaciones, estos insectos han respondido creando balsas erigidas sobre hormigas muertas para permanecer fuera del agua. Originarias de las llanuras aluviales del río Paraguay en Sudamérica, las hormigas rojas están acostumbradas a zonas propensas a las inundaciones.

A pesar de este comportamiento de crear balsas, bien conocido entre los entomólogos (se vio también tras el huracán Katrina), las imágenes de las hormigas navegando sobre las aguas de las inundaciones han desatado el pánico en las redes. Una imagen de una inmensa multitud de hormigas publicada en Twitter por Bill O'Zimmerman ha causado especial alarma.

Alex Wild, experto en entomología en la Universidad de Texas, afirma que nunca ha visto algo como la plaga de Cuero (Texas) en toda su carrera como investigador de hormigas.

Las hormigas rojas, también llamadas hormigas de fuego, penetraron en el sur de Estados Unidos en los años treinta y desde entonces se han estado expandiendo con consecuencias devastadoras. Las hormigas también han logrado llegar hasta Australia, China y Taiwán, donde son consideradas especies invasoras. En Australia se las vio por primera vez en Brisbane en 2001, pero desde entonces también se han localizado en Sydney.

Las hormigas son extremadamente agresivas, atacando en masa y provocando una picadura y una quemazón que puede durar una hora. Las infecciones derivadas de sus picotazos pueden ser graves y en alguna ocasión las reacciones alérgicas han llegado a matar a gente. Se calcula que han causado decenas de muertes en Estados Unidos.

Ante las inundaciones, los islotes de hormigas rojas, agresivas por naturaleza, plantean incluso un mayor riesgo, porque están más a la defensiva y sueltan mayores dosis de veneno, de acuerdo con una investigación de la entomóloga de Luisiana Linda Bui.

Se sabe que las balsas duran semanas antes de desintegrarse, sin embargo, las hormigas no pueden sobrevivir si no tienen acceso a alimento. Mientras tanto, aunque algunos han sugerido “matarlas con fuego”, los expertos afirman que un poco de detergente es la mejor defensa contra esta amenaza flotante.

Traducido por Javier Biosca Azcoiti

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