A las vacas flacas, chocolate
Sus beneficios para la salud cuentan con un amplio respaldo entre la comunidad científica (aunque únicamente se refieren al chocolate más puro, no al chocolate con leche, y se limitan a las personas que no tienen que perder peso), pero para Cadbury, lo mejor del chocolate es que es uno de los pocos lujos que aún se pueden permitir la mayor parte de los ciudadanos en momentos en los que hay que apretarse el cinturón.
Fundada hace doscientos años, Cadbury es una de las marcas más conocidas en el sector de los dulces y vende sus productos en más de 60 países.
El caso es que en la empresa aún se recuerdan crisis como las de los años 20 del siglo pasado, cuando la producción se vio seriamente afectada y el chocolate era aún un producto relativamente caro para la mayoría de la población. “No es que seamos inmunes a las dificultades en el entorno, pero la confitería es una categoría relativamente flexible”, explican los responsables de la compañía.
EL CASO CHINO
Por donde sí parece que los chocolateros podrían llevarse un revés a cuenta de la falta de seguridad de ciertos proveedores. Hace bien poco que las organizaciones de consumidores de España recomendaban a los usuarios evitar cualquier producto alimentario de origen chino que pudiera contener leche en su composición, tales como “chocolates, caramelos, pastas, comida preparada o bollería”.
Aunque Cadbury no detectó melamina en ninguno de los productos que comercializa en Europa, las autoridades sanitarias de Hong Kong sí emitieron un comunicado advirtiendo que dos de las golosinas fabricadas por ellos tenían niveles elevados de esta sustancia.
La respuesta de la empresa fue retirar todos los dulces elaborados para ellos en China, aunque en algunos sólo se habían detectado trazas de melamina porque, según su portavoz Tony Bilsbourgh, en declaraciones a la cadena CNN, “ningún nivel de melamina, por bajo que sea, es aceptable”.
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