Alonso quiere seguir a ritmo de podio

Sin apenas tiempo para asimilar lo ocurrido en Montmeló, el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 llega a la sexta cita de la temporada, el Gran Premio de Mónaco, una de las pruebas más especiales e impredecibles del calendario en la que el español Fernando Alonso (Ferrari) tratará de seguir instalado en el podio y demostrar de paso que su ritmo no está tan lejos de los Red Bull.

Antes de llegar a Barcelona, el asturiano se marcaba como objetivo encadenar tres podios consecutivos para volver a tomar el pulso al Mundial. El segundo puesto en el Circuit cumplió con la hoja de ruta establecida por Alonso, que ahora pretende no bajarse del cajón en Mónaco y en Turquía, antes de que en Canadá lleguen las evoluciones más importantes a su 'F10'.

Lo cierto es que si sus previsiones se cumplen, el bicampeón del mundo podría volver muy pronto a comandar el campeonato, algo que no hace desde su triunfo en Bahrein en la primera carrera y que ahora tiene a sólo tres puntos, los que le separan del británico Jenson Button (McLaren).

Reforzado tras su segundo puesto en España, en donde le bastó con estar ahí y aprovechar los problemas de sus rivales, Alonso llega a Montecarlo dispuesto a mejorar la décima y séptima plaza de sus últimas dos visitas y de coronarse como 'Príncipe de Mónaco' por tercera vez, tras sus victorias en 2006, con Renault, y en 2007, con McLaren. De lograrlo, acabaría con la sequía en este circuito de su escudería, que no gana desde la victoria de Schumacher en 2001.

Después de que el 'conducto F' no diera sus frutos en Montmeló, Ferrari ha apostado por desechar el 'alerón mágico' en beneficio de la aerodinámica. Desde la 'Scuderia' pretenden seguir acercándose a los Red Bull, lastrados por sus problemas mecánicos, pero muy superiores tanto en carrera como, sobre todo, en clasificación (suman cinco 'poles' en cinco Grandes Premios).

Pero el ovetense no sólo confía en la progresión de su monoplaza, sino también en su habilidad al volante y es que el trazado monegasco es quizás en el que más influye el piloto. Sabedor de ello, su compañero de equipo, el brasileño Felipe Massa, quiere recuperar galones en Ferrari, después de que en España sólo pudiera ser sexto, superado ampliamente por Alonso en la calificación.

LA CARRERA EMPEZARÁ EN LA CLASIFICACIÓN

Si especial importancia se concede siempre a la clasificación en el Principado, dado el poco espacio existente para adelantar, en esta ocasión, la jornada del sábado puede considerarse como el comienzo de la carrera del domingo. Y es que la previsiones de lluvia que existen para ese día, unido a los 24 monoplazas que habrá este año sobre la pista en la 'Q1' hacen prever una caótica lucha por la 'pole'.

Es por ello que los pilotos propusieron un cambio de formato durante la primera tanda, dividiendo los coches en dos grupos. La petición fue rechazada por la FIA y pueden ser, por tanto, muchas las sorpresas que depare el orden de salida de la carrera. Red Bull, con un superioridad absoluta en esta suerte, podría ser el gran perjudicado.

Sebastian Vettel y Mark Webber, tercero y cuarto en el Mundial, partirán de nuevo como grandes rivales a batir. El alemán, tercero en España tras sus problemas de frenos, buscará dejar atrás las dudas en torno a la fiabilidad de su monoplaza para conseguir su segundo triunfo del curso, algo que también quiere lograr el australiano y vencedor de la última prueba.

En Red Bull existe la sensación de que no están aprovechando al máximo el contar en este inicio de temporada con el mejor coche de la parrilla, como demuestra el hecho de que el líder es Jenson Button. El vigente campeón del mundo, quinto en el Circuit, es el último vencedor en el trazado urbano de Mónaco, resultado que tratará de emular para seguir al frente del Mundial.

Lewis Hamilton (McLaren), por su parte, tratará de dejar a un lado la mala fortuna que le está acompañando en este comienzo y que alcanzo su máxima expresión en Barcelona, cuando a falta de unas vueltas para el final y con la segunda plaza del podio ya en el bolsillo, reventó una de las ruedas, tirando por tierra su carrera. El inglés, triunfador en el Principado en 2008, está obligado a reaccionar para no comenzar a ver reducidas sus opciones de título.

El glamour de la prueba monegasca volverá a contar este año con Michael Schumacher (Mercedes), cinco veces campeón aquí (1994, 1995, 1997, 1999 y 2001). Lejos quedan ya esos triunfos del 'Kaiser', pero su buena actuación en Montmeló, donde fue cuarto, su mejor puesto del año, le permiten soñar con volver a visitar el podio de Montecarlo.

ALGUERSUARI Y DE LA ROSA, EN BUSCA DE PUNTOS

El Gran Premio que todos sueñan con correr algún día también asistirá al debut de Jaime Alguersuari (Toro Rosso) y al regreso de Pedro Martínez De la Rosa (BMW-Sauber). Ambos llegan a la cita con la misma ilusión, pero en momentos opuestos, y mientras que el primero ya ha logrado puntuar en dos ocasiones esta campaña, el segundo sólo ha podido acabar una carrera, y fuera de los diez primeros.

El joven catalán sumó el tercer punto de la temporada en 'casa' gracias a una espectacular salida en la que ganó seis posiciones y en busca de un botín similar afronta su primera vez en el Principado. De la Rosa, por su parte, que fue décimo en su última visita a Montecarlo, en 2002 con Jaguar, tratará de resarcirse de la tremenda decepción vivida hace escasos días, cuando un toque en la salida con Sebastien Buemi (Toros Rosso) le impidió dar una alegría a su afición en su ciudad natal.

Además, también será el estreno del Hispania Racing en Mónaco. La escudería española quiere continuar con su progresión y aspira a que sus dos pilotos puedan completar la prueba, después del paso atrás dado en Barcelona, con Bruno Senna y Karun Chandhock abandonando a las primeras de cambio.

Como ocurre todo los años y respetándose el viernes de descanso, los dos primeros entrenamientos libres se celebrarán mañana, quedando para el sábado la tercera sesión y la decisiva calificación. Será el domingo cuando las míticas curvas de Santa Devota, Mirabeau, Loews o Rascasse sigan dictando sentencia en la lucha por el título.