Atentado en Pakistán
El último balance sitúa en 33 el número de muertos y en 80 el de heridos por el atentado suicida perpetrado contra una procesión chií en la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, según informó la televisión paquistaní Geo TV.
La bomba explotó en la calle Mohamed Alí Jinnah durante la celebración de la Ashura
, principal acontecimiento religioso del año para la rama chií del Islam, a pesar del importante dispositivo de seguridad que incluye el despliegue de miles de agentes de las fuerzas de seguridad. En la procesión de Karachi participaban cientos de personas para conmemorar la muerte de un nieto de Mahoma, Iman Husein, clave para el chiísmo.
Más de 400 establecimientos comerciales y cerca de 50 automóviles fueron calcinados en toda la ciudad posteriormente por multitudes de chiíes enfurecidos que respondían así al ataque perpetrado durante la celebración de la Ashura.
La explosión causó un gran pánico y una enorme estampida de los asistentes a la procesión, que trataban de escapar del lugar entre el humo producido por la detonación. Testigos presenciales aseguran que se escucharon disparos después de la detonación de la carga explosiva.
Tanto el presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, como el primer ministro del país, Yusuf Raza Gilani, condenaron con rotundidad el atentado en sendos mensajes públicos en los que también informaron de que se había abierto una investigación para estudiar lo ocurrido e hicieron un llamamiento a los ciudadanos para que mantengan la calma.
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