Cómo informar sobre las drogas y hacerlo correctamente

Proyecto Hombre La Rioja ha presentado a los periodistas la guía de estilo “¿Cómo mejorar la información sobre drogas y otras adicciones?”, que pretende ampliar y perfeccionar la información ofrecida por los medios de comunicación sobre estas materias. En este desayuno informativo los comunicadores han tenido la oportunidad de conocer de primera mano las impresiones de los usuarios del centro sobre el tratamiento informativo que reciben sus problemas.

Esta presentación forma parte de una campaña a nivel nacional que, con la colaboración del Plan Nacional Sobre Drogas, ha dado a conocer la guía de manera simultánea en los centros de Madrid, Salamanca, Granada, Baleares y León. Esta iniciativa surge por el interés de Proyecto Hombre de proporcionar a los medios de comunicación, principales fuentes de información para la sociedad y generadores de opinión, las herramientas necesarias para abordar correctamente esta temática. Por ello, Proyecto Hombre La Rioja y la Asociación de la Prensa de La Rioja están trabajando para presentar esta obra a todos los periodistas de la Comunidad.

Cuatro claves

Esta guía de estilo refleja la situación de las drogodependencias en España y presenta recomendaciones sobre el planteamiento, contenido, imágenes y lenguaje más apropiados. Sobre el primer punto, el planteamiento, la publicación señala que las adicciones son un problema de la sociedad sobre el que se debe generar conciencia social pero sin fomentar curiosidad por experimentar y promoviendo el optimismo frente al sensacionalismo.

Según este documento, el contenido de la información ha de facilitar una imagen equilibrada y sin estereotipos. Por eso, es conveniente recurrir a testimonios de primera mano, sin buscar los más espectaculares. Asimismo, hay que huir de la demonización de determinados ambientes y evitar etiquetar zonas o barrios.

En el ámbito del lenguaje, resulta primordial no hablar de drogas duras o blandas ya que todas las sustancias psicoactivas tienen efectos perjudiciales para la salud. Además, se debe evitar la terminología despectiva y las connotaciones de carácter vejatorio.

Por último, las imágenes deben respetar la sensibilidad de las personas y no atentar contra su dignidad. Por el contrario, las fotografías no tienen que incitar al consumo, herir la sensibilidad de los drogodependientes o reflejar sólo determinadas esferas de la sociedad.