Contundente victoria a domicilio del BM Logroño

14 de septiembre de 2019 07:24 h

El BM Logroño no quiso sorpresas y resolvió el duelo en el Ovni por la vía rápida con un claro 22-32. El contundente 3-13 pasados los 15 minutos reflejaban la diferencia abismal de intensidad y de juego ofensivo entre ambos contendientes. Mientras que los franjivinos -este sábado de negro- veían con gol con excesiva facilidad, algunos tantos merced al buen hacer defensivo y rápidas transiciones, el Puerto Sagunto se atascaba en cuanto pasaba de su campo.

Con esta dinámica, el conjunto de Miguel Ángel Velasco -pudo dosificar a sus jugadores a tenor del marcador-, que ya había hecho los deberes para el ecuador, intentó no bajar el ritmo para evitar que sucediera lo mismo que el día del debut cuando en la segunda parte hasta se puso en duda el triunfo ante el Guadalajara después de una gran primera mitad. En este sentido, los riojanos aprendieron la lección y aunque hubo más equilibrio nunca se temió para que los puntos vinieran para casa.

Ocho goles a favor en nueve minutos y medio. Así arrancó el BM Logroño en Sagunto, en un campo como el Ovni donde Enric Nogués quiere hacerse fuerte, con fuerza y demostrando que no desea perder puntos en pistas donde no puede permitírselo si quiere estar con los mejores. Si primero Ceretta, Dapira, con dos tantos, y Kusan aportaban cuatro goles para el 0-4, llegaría Kukic, con tres dianas seguidas, que unida a la de Hackbarth dejaban el partido prácticamente finiquitado. El 1-8 era elocuente. Puerto Sagunto estaba grogui y el conjunto logroñés, desbocado.

Por si fuera poco, los logroñeses no bajaron la intensidad para aumentar la diferencia con un 3-13 que sonrojaba a los locales. A partir de ese momento, parece que los visitantes dejaron hacer un poco a un Puerto Sagunto que debía mejorar sus prestaciones para salvar el honor. Eso fue haciendo con el paso de los minutos ante un más permisivo oponente que mantuvo las diferencias e incluso los fue aumentando, cierto que de manera paulatina y sin hacer sangre ante los saguntino. El 8-17 al descanso era una muestra de ello.

Tras el paso por los vestuarios, la idea del BM Logroño fue la misma, pero no se percibió sobre la pista. El Puerto Sagunto podía correr ahora lo cual obligaba a un intercambio de goles que no interesaba, ya que el que debía marcar la pauta era el conjunto que iba por delante, por mucho que los locales apretaran y forzaran. En este sentido, el electrónico pesaba sobre unos y otros. Los anfitriones empujaban, pero el BM Logroño, a diferencia del sábado pasado en el Palacio, continuaron a lo suyo por lo que el marcador, mediada la segunda parte, se volvió a disparar con una sucesión de goles visitantes y desaciertos ofensivos de un Puerto Sagunto que claudicaba antes de tiempo. Un parcial de 1-7 en diez minutos, tras el 17-28, generó que los riojanos casi doblaran a su rival, 18-35 en la máxima diferencia, dígitos que casi se mantuvieron hasta la conclusión con el 19-36 final.