65 kilómetros de un camino que cambia vidas: el Camino de Santiago en La Rioja

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Disfrutar La Rioja también es posible a través del Camino de Santiago. Unos 65 kilómetros de esta ruta, la más famosa y antigua peregrinación en Europa, discurren por la región. Las cifras son abrumadoras: unas 60.000 personas recorren al año La Rioja dirección Santiago de Compostela y el impacto económico en la región ronda los nueve millones de euros. 65 kilómetros por Logroño Navarrete, Ventosa, Nájera, Azofra, Cirueña, Santo Domingo de la Calzada y Grañón. 65 kilómetros durante los que el peregrino se mezcla con lugareños y en ocasiones descubre rincones en los que sentirse como en casa.

Logroño vive el Camino de Santiago como parte de su identidad. El Puente de Piedra; el Parque del Ebro; la Iglesia de Santiago el Real; las calles Mayor y Portales; la Concatedral de la Redonda y el albergue de peregrinos son algunos de los lugares de parada obligada para los peregrinos que cada año descubren Logroño camino a Santiago de Compostela. De hecho, la Ruta Jacobea es de vital importnacia para la capital riojana dese el punto de vista turístico y también desde el cultural y patrimonial. Y dejando la capital riojana atrás, Navarrete es la siguiente parada. El municipio riojano de la alfarería con nombres propios como Antonio Naharro. Un rincón en el que convergen tradición y creatividad, un espacio dedicado a preservar y enriquecer el arte de la alfarería en pleno Camino de Santiago.

Y de Navarrete a Ventosa donde los peregrinos tienen la oportunidad ver de cerca una colmena, de disfrutar de miel elaborada con las flores del camino y productos de la tierra en la Mielería Campomiel, un negocio familiar a las faldas de Moncalvillo que pervive tras cuatro generaciones. Alvaro Garrido es ahora quien capitanea este proyecto enclavado en pleno Camino de Santiago desde el que cada día conciencia a turistas y peregrinos sobre la importancia del cuidado de las abejas por lo que estas aportan al medio ambiente. “Así surgió la Mielería, un proyecto en que trato de fusionar Camino de Santiago, gastronomía riojana y miel. Un rincón desde el que ofrecemos una serie de experiencias para que peregrinos y familias descubran lo que las abejas suponen para la agricultura y el medio ambiente”.

Hace cinco años, coincidiendo con el aumento significativo en la mortalidad de las colonias en España y también a nivel mundial, Garrido decide “desevolucionar en la apicultura y evolucionar en el cuidado de las abejas”, trasmitir a las nuevas generaciones sus conocimientos y la importancia de cuidar el medio ambiente en pleno Camino de Santiago. Una propuesta que desde este año incluyen además desayunos “elaborados con miel de nuestras abejas y producto local: quesos con miel, yogures con miel, frutas con miel... son algunos de los manjares que ofrecen para comenzar el día”. Gastronomía y experiencias porque este rincón de Ventosa también ofrece la posibilidad de visitar las abejas y conocer cómo funciona una colmena. Y un taller de velas empleando la cera de las abejas y una cata de hidromieles (mieles fermentadas con frutas) ponen el broche final a esta experiencia.

600 peregrinos al día

Garrido calcula que los meses más fuertes (de mayo a junio) pasan por Ventosa unos 600 peregrinos. “Después, durante los meses de verano y cuando hace más calor, la cifra baja. En septiembre vuelve a subir”. Peregrinos hacia los que siente gratitud. “No puede ser de otra manera porque estas personas que están haciendo el Camino de Santiago a pie, paso a paso, deciden desviarse de su ruta un kilómetro para visitarnos”. Y esa gratitud la demuestra con un recibimiento especial. “Les damos la bienvenida con un palo de miel, ese aporte de azúcar que necesita el peregrino y que está elaborada con flores del camino”. Gratitud porque le ha permitido vivir experiencias “brutales” y compartir momentos con apicultores de todo el mundo, como los que han pasado este año por Ventosa, la presidenta de la asociación de apicultores de California entre ellos. “Estas personas nos dedican su tiempo, de forma que nuestra única intención es que se lleven una experiencia brutal del Camino de Santiago a su paso por Ventosa y por La Rioja”.

Y parece que lo consigue y así se lo hacen saber los peregrinos. Estas personas que están fuera de su hogar encuentran en las distintas paradas del Camino de Santiago a su paso por La Rioja lugares en los que sentirse como casa. “Muchos de ellos me escriben dándome las gracias por los platos que les ofrecemos elaborados con productos locales. Uno de ellos me dijo que cuando volvió a su casa en Nueva York se dio cuenta de que su alimentación era falsa. No está mal vivir en el pueblo, somos privilegiados por vivir en una comunidad pequeña como La Rioja”, insiste Garrido.

Más Camino en La Rioja

Una comunidad por la que continúa el Camino de Santiago y que esconde más tesoros. Es el caso del alfarero Antonio Naharro en Navarrete. Un rincón en el que convergen tradición y creatividad, un espacio dedicado a preservar y enriquecer el arte de la alfarería en pleno Camino de Santiago.

O Nájera, lugar en el que los peregrinos pueden visitar la Iglesia de Santa María la Real, un edificio gótico del siglo XII y el monasterio de San Juan de Ortega, un rincón sagrado que dicen fue fundado por el santo del mismo nombre en el siglo XI. Y a 36 kilómetros de Logroño y a 8 de Nájera está Azofra, un pueblo de paso y descanso para los peregrinos que desde 1168 cuenta con un hospital de peregrinos.

La ruta continúa hasta Cirueña, un municipio lleno de historia que sorprende con su puente construido en el siglo XII. De hecho es uno de los más antiguos del Camino de Santiago y uno de los pocos puentes medievales que aún se conservan en buen estado en esta ruta. Y además, esta pequeña localidad riojana es también un lugar, tal y como describen los peregrinos, con una energía especial, un punto de inflexión en su camino, un lugar donde pueden reflexionar y encontrar paz en medio de su ruta.

Santo Domingo de la Calzada es la siguiente parada en el camino. Este municipio riojano debe su nombre a Santo Domingo de la Calzada, un santo del siglo XI que dedicó su vida a ayudar a los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela. En su honor, la ciudad construyó la catedral y el monasterio, lugares de visita obligada para los peregrinos que recorren el camino. La Ruta Jacobea en La Rioja finaliza en Grañón, municipio de algo más de 250 habitantes, y que cuenta con un Albergue de Peregrinos Parroquial San Juan Bautista y la ermita Carrasquedo. Una última parada en el Camino a su paso por La Rioja cargada de historia, tradiciones.

Aquí finaliza el camino de Santiago a su paso por La Rioja. 65 kilómetros que cada año realizan miles de peregrinos que quizás compartan una misma motivación. “¿Por qué haces el Camino de Santiago?, pregunta en ocasiones Garrido a los peregrinos que realizan el camino solos. ”Porque necesito un cambio de vida“, suele ser la respuesta.