“El Black Friday del comercio riojano lo pagan sus trabajadoras”

Con motivo del Black Friday y de la cercanía de la campaña de Navidad, la Federación de Servicios de CCOO quiere denunciar la realidad del sector, sumamente feminizado y marcado por la precariedad, las retribuciones mínimas y la máxima flexibilidad horaria.

“El Black Friday lo pagan sus trabajadoras, ya que la mayor rebaja está en sus salarios, sin actualizar desde hace más de diez años”, asegura Álvaro Fuertes, secretario general de la Federación de Servicios de CCOO La Rioja, quien ha detallado que el convenio está congelado desde 2008 y es necesario un pacto por un modelo de comercio sostenible y con empleo decente.

Los salarios de las trabajadoras no se actualizan desde 2008, hasta el punto de que, ha subrayado, en un 22% de las categorías de este sector el sueldo es inferior al Salario Mínimo Interprofesional.

Ana Romero, responsable de Comercio de esta federación, ha denunciado las jornadas maratonianas que tienen que afrontar estas trabajadoras, con las que es imposible la conciliación familiar, y la vulneración de los tiempos de descanso, llegando a trabajar hasta 14 días seguidos.

A esto se suma el hecho de trabajar dos domingos y un festivo en diciembre y el retraso en el horario de cierre. “En Navidad, antes se cerraban las tiendas a las 15:00 horas y ahora a las 22:00 horas. En Nochebuena y Nochevieja cerraremos a las 18:00 e incluso a las 20:00 horas en los hipermercados, y todo ello sin cobrar más. Los trabajadores están muy quemados”.

Ante esta situación, defienden la necesidad de hacer un consumo responsable y no comprar en domingos o festivos, para lo que es imprescindible una sociedad más comprometida. “No podemos pretender que un comercio esté abierto en el mismo horario que las urgencias de un hospital”.

CCOO reivindica un convenio que redefina la clasificación profesional, que concrete las competencias de cada puesto de trabajo y que permita una revisión de las tablas salariales para conseguir que el efecto retributivo revierta en un aumento de la capacidad económica de sus trabajadoras y con ello se incentive el consumo interno. También reclama un mayor control en el registro de horarios.

Conscientes de la existencia de otros formatos de negocio, exigen así mismo ayudas externas para la adaptación a la evolución del mercado, teniendo en cuenta el reto tecnológico al que debe enfrentarse el sector.