El BM Logroño da la cara pese a la derrota
El BM Logroño puede dormir con la conciencia tranquila. Se esforzó para no sufrir una derrota humillante ante el todopoderoso e invicto Barcelona en competiciones nacionales. Es más, cuajó un gran primer tiempo y pese a ello acabó tres goles a bajo (14-17). Trató de dar continuidad a su idea, arriesgada siempre y valiente pero suicida cuando los fallos en los pases se sucedieron. Al final, un 25-32 que evidenció las diferencias entre ambas escuadras, pero que demuestran que el bloque franjivino cuenta con material suficiente para no estar anclado en los puestos de descenso. Hay que pensar que es algo accidental y que con el paso de las jornadas se vea el cambio de dinámica merced al trabajo realizado.
Era día para tirarse sin red. Eso pensó Jota González. Total, ¿qué podía pasar? De partida hasta sorprendió al Barcelona. Era una impresión. Defensa 5-1 para incomodar y prácticamente desde el comienzo, en el tercer ataque, superioridad dejando la portería libre. Táctica positiva para los intereses franjivinos que tutearon al poderoso Barcelona, unos minutos. Dio igual que los catalanes mandaran en el electrónico, aunque con ventajas escasas, 1-3, 2-4, 4-5. La sensación era de que el BM Logroño estaba en disposición de dar guerra.
El ataque local fluía, sobre todo por los costados, con Javi Muñoz y Ángel Fernández manteniendo a los suyos. Del Arco tampoco le fue a la zaga, mientras que Imanol y Castro hacían los deberes desde la larga distancia. Vaya, que el cuadro riojano estaba metido en el partido. Apenas había errores de esos llamados no forzados. No se lo podía permitir porque cualquier robo se convertía en gol. Así sucedió en tres ocasiones durante la primera mitad -aumentaron en la segunda- cuando el Barcelona marcó a puerta vacía. El que hizo daño fue el 13-14 (minuto 25) de Sorhaindo -provocó el tiempo muerto del entrenador pucelano- porque culminaba un parcial de 0-3, coincidiendo con una polémica exclusión de Ángel Fernández, que echó por tierra la máxima ventaja de los anfitriones, 13-11 tras un gol de Castro en el minuto 21.
El 14-16 de Rivera con la meta sin portero también fue doloroso, como el posterior 14-17 con el que se cerró la primera parte. Un penalti, con el tiempo ya cumplido, transformado por el esloveno Dolenec, uno de los más clarividentes en esos 30 minutos iniciales –marcó 5 tantos en ese período-. Psicológico o no Xavi Pascual puso en liza a Gonzalo, auténtica pesadilla de los riojanos tras el 13-11, y el internacional español dejó su sello, para variar. Quedaba por saber hasta cuándo iba a aguantar este BM Logroño.
SE ACUMULAN LOS ERRORES
Por de pronto, como ya hiciera antes de alcanzar el ecuador del duelo, Jota González apostó por una defensa más cerrada. Syprzak lo superó en primera instancia, pero la intensidad de los locales invitaban al optimismo. Había que estar finos en ataque y tanto Kukic como Kusan ayudaban. Pero después entre el colapso y las decisiones arbitrales llegó el bloqueo del BM Logroño durante una serie de ataques. Suficientes para que Gonzalo marcara desde su portería y para que Rivera culminara un contragolpe. El electrónico se disparaba en un visto y no visto hasta el 17-22, minuto 40.
Jota insistía en buscar a los pivotes, incluso con Montoro -no estuvo fino en el lanzamiento- en esas lides en un par de acciones. Pero entre la fatiga y la defensa rival, los errores en los pases de los franjivinos se sucedían lo que provocaban tantos fáciles para un Barcelona que quería romper el choque. Gonzalo seguía haciendo blanco, mientras que N’Guessan se unía a la fiesta. Igual que los árbitros, condescendientes con el campeón, rigurosos con el segundón venido a menos. Ariño confirmaba lo que nadie quería ver, la ruptura definitiva con el 20-28 con apenas diez minutos por delante.
Pese a la insalvable distancia, el BM Logroño continuando porfiando, con poca fortuna, a la vez que Gonzalo iba aumentando sus números goleadores –anotó cinco- y sus paradas -52% de acierto-. Pese a que el triunfo era claro para el líder Barcelona, los franjivinos no bajaron los brazos. Cadarso aparecía en los instantes finales, mientras que Chiuffa se quedó con las ganas de jugar, quizá por la buena actuación de Javi Muñoz.
En definitiva, que este BM Logroño recuperó su imagen pese a tener enfrente al peor rival posible. Dieron igual los dos puntos que suma el bloque riojano tras seis partidos y su penúltima plaza en Asobal porque evidenciaron que hay materia prima para estar más arriba hay. Otra cosa es que la intensidad y concentración, cierto que siempre jugando al límite tanto en ataque como en defensa -arriesgando en todo momento-, se mantenga en las próximas citas. La siguiente es en Zamora. Será duelo de colistas.
FICHA TÉCNICA
BM Logroño: Aginagalde (p), Miguel Sánchez-Migallón, Castro (2), Javi Muñoz (5, 1p), Garabaya (2), Del Arco (5) y Garciandia (3), siete inicial, Ángel Fernández (3), Kusan (3), Paredes, Kukic (1), Montoro (1) y Cadarso.
Barcelona: Ristovski (p), Ariño (3), N`Guessan (4), Mem (3), Dolenec (7, 1p), Syprzak (2) y Lenne (1), siete inicial, Rivera (3), Sorhaindo (1), Entrerríos (1), Jallouz (1), Gonzalo (p, 5), Tomás, Viran y Borges (1).
Parciales cada 5 minutos: 1-2, 4-5, 8-8, 11-10, 13-13, 14-17 (descanso), 16-18, 17-20, 19-24, 20-28, 24-30 y 25-32 (final).
Árbitros: Javier Álvarez Mata y Yon Bustamante López. Excluyeron al local Ángel Fernández (min. 23) y al visitante Syprzak (min. 6).
Incidencias: 1.200 espectadores en el Palacio de los Deportes.
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