El Comando Vizcaya reaparece para intentar asesinar a un policía nacional
Las primeras investigaciones apuntan a que el artefacto estaba compuesto por más de medio kilo de pentrita, un explosivo “rompedor” que precisa de poca cantidad para provocar “un efecto devastador”, según fuentes de la lucha antiterrorista.
Las mismas fuentes señalaron que los autores del atentado fallido serían activistas de un 'talde' del 'complejo Bizkaia', que no cayeron en manos de la Guardia Civil en la operación desarrollada en la madrugada del pasado 22 de julio, en la que se dio por desarticulado este comando.
El policía nacional logró salvar su vida al no estallar la bomba-lapa, que fue detectada en el Cuartel de Basauri, después de haber recorrido más de diez kilómetros desde el barrio bilbaíno de Zorroza, en compañía de un familiar.
El agente, que estaba destinado desde hacía 30 años en la comisaría de Bilbao, había revisado su vehículo esta la mañana de ayer, por lo que se baraja la hipótesis de que el artefacto fuera colocado bajo su coche a la hora de comer. A las cinco y veinte de la tarde, cuando el agente entró en el Cuartel de Basauri, para dejar aparcado su vehículo, fue detectada la bomba, que fue desactivada alrededor de las siete de la tarde por los Tedax.
El artefacto estaba compuesto, según las primeras investigaciones, por más de medio kilo de pentrita, una explosivo que precisa de poca cantidad para tener “un efecto desvastador”, además de por un metro de cordón detonante, dos pilas y un dispositivo de control por movimiento.
La intención de la organización terrorista era la de asesinar al policía, que se encuentra en segunda actividad desarrollando labores administrativas en la comisaría de Bilbao. No obstante, un fallo en el sistema de activación por movimiento evitó que la bomba estallara.
TALDE DEL 'BIZKAIA'
Fuentes de la lucha antiterrorista trabajan con la hipótesis de que los autores del atentado fallido son miembros de un 'talde' del desarticulado 'complejo Bizkaia', que no fueron detenidos en la operación desarrollada el pasado 22 de julio.
En el operativo, desarrollado por la Guardia Civil, se detuvo a diez presuntos miembros de ETA, entre ellos, su jefe Arkaitz Goikoetxea Basabe, miembro liberado de la banda armada y uno de los terroristas más buscados.
Este comando era uno de los más activos de ETA al que se atribuían la mayoría de los atentados cometidos tras la ruptura del alto el fuego, entre ellos el de la casa cuartel de Legutiano, en el que fue asesinado el agente Juan Manuel Piñuel.
El 'complejo Bizkaia' tenía planificado el secuestro del edil socialista en Eibar Benjamín Atutxa y el asesinato del magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska. Pese a esta desarticulación del grupo “dinamizador” del complejo, se consideró que existían otros taldes y miembros del comando que no pudieron ser detenidos.
La última bomba-lapa colocada por ETA se produjo hace casi un año, el 9 de octubre de 2007, en un atentado cometido en el barrio bilbaíno de La Peña, en el que resultó herido con quemaduras Gabriel Giner, escolta de un edil del PSE-EE. El artefacto estaba adosado a los bajos del coche que utilizaba habitualmente en sus desplazamientos el concejal socialista en Galdakao Juan Carlos Domingo, que se encontraba de vacaciones en el momento de los hechos.
El último atentado motal cometido por la organización terrorista se remonta al 14 de mayo de este año, cuando el 'comando Bizkaia' asesinó al guardia civil Juan Manuel Piñuel, al explotar una furgoneta bomba colocada en la casa cuartel de la Benemérita en Legutiano (Alava).
Este mismo año, el 7 de febrero, en la última jornada de campaña electoral de los comicios generales, la banda armada asesinó al ex concejal del PSE-EE en la localidad vizcaína de Mondragón Isaías Carrasco. La víctima, que había renunciado a su escolta, fue tiroteada frente a su domicilio, en presencia de su esposa y una de sus hijas, cuando se dirigía a su puesto de trabajo.
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