El presidente surcoreano recuerda que la puerta para el diálogo está abierta
La escalada de tensión que se está viviendo en la península de Corea, tras el incidente de la isla de Yeonpyeong , podría remitir en los próximos días si las partes enfrentadas se sientan en la mesa de negociaciones. “La puerta para el diálogo aún está abierta”, ha afirmado el presidente de Corea del Sur, Lee Myung Bak, en referencia a la posible reanudación de las conversaciones a seis bandas sobre la desnuclearización de Pyongyang, como un gesto que contribuiría a rebajar la escalada de tensión entre ambos países.
“Le recuerdo al Norte que el camino hacia la paz todavía no se ha cerrado. La puerta para el diálogo aún está abierta”, dijo Lee durante el discurso de Año Nuevo dirigido a la nación, según informó este lunes la agencia surcoreana de noticias, Yonhap.
Sin embargo, el mandatario surcoreano señaló que para que la crisis entre ambos países pueda solucionarse, Corea del Norte deberá contribuir a rebajar la tensión no solo con palabras, sino también con hechos, en alusión a la renovación de los equipos militares que el régimen de Kim Jong il ha emprendido en los últimos dos años, según reveló la semana pasada el Ministerio de Defensa surcoreano.
“El armamento nuclear y el aventurismo militar deben desparecer.
El Norte debe trabajar hacia la paz y la cooperación no solo con la retórica, sino también con hechos“, subrayó Lee, al tiempo que apuntó que Seúl reanudaría la cooperación económica con Pyongyang, si se produce un avance de las relaciones bilaterales en este sentido.
Además, el dirigente aludió al resto de países partícipes en dichas conversaciones (China, Japón, Rusia y Estados Unidos), al considerar que deberían redoblar sus esfuerzos para propiciar la vuelta de Corea del Norte a la mesa de negociaciones. “Es imperativo ahora más que nunca que los países interesados desempeñen un papel justo y responsable”, aseveró.
Por otro lado, Lee recalcó la postura defensiva que mantendrá su gobierno. “La situación antes y después de la provocación contra Yeonpyeong, no puede ser la misma. Realizaré serios esfuerzos para impulsar la reforma de la defensa”, adelantó, al comparar el bombardeo contra la isla con los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York.
La mediación de Estados Unidos
Mientras, desde la comunidad internacional se sigue apostando por las conversaciones como vía para acabar con la tensión en la zona. Así, el enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Stephen Bosworth, visitará esta semana Corea del Sur, China y Japón para realizar consultas sobre la escalada de tensión entre Seúl y Pyongyang, según informó el domingo el Departamento de Estado a través de un comunicado.
Bosworth viajará el martes a Seúl, un día después lo hará a Pekín y el jueves llegará a Tokio. “En las tres ciudades se reunirá con altos funcionarios de los gobiernos de estos países para discutir los siguientes pasos a dar en la península coreana”, reza el documento.
El diplomático estará acompañado por la enviada especial a las conversaciones sobre el desarrollo del programa nuclear de Corea del Norte, Sung Kim, en sus visitas a Seúl y Pekín.
El régimen norcoreano, por su parte, ha manifestado su intención de volver a las conversaciones a seis bandas sobre su desnuclearización, algo que ha sido secundado por China, su principal aliado regional.
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