El PSOE cambia su fin de campaña empujado por la fuerza del Movimiento 15-M

Ya no será en la Plaza de Mayor, sino en el recinto del IFEMA. Los socialistas de Madrid se llevan al presidente del Gobierno a un lugar bajo cobijo y alejado del centro de la capital para celebrar el fin de, amarga, fiesta electoral el próximo viernes 20 de mayo.

Zapatero va a echar el resto en la capital, una apuesta que sabe tener bien perdida ante dos candidatos de peso, que aspiran a aumentar aún más su mayoría absoluta: Alberto Ruiz- Gallardón y Esperanza Aguirre, candidatos a la Alcaldía y Presidencia de la Comunidad de Madrid. El presidente del Gobierno estará rodeado de otros miembros de su gabinete, quienes arroparán a los candidatos del PSM: Tomás Gómez y Jaime Lissavetzky.

La justificación: la lluvia prevista para el próximo viernes en la capital, aunque también a pocos metros de la Plaza Mayor, miles de personas se congregarán para seguir con la protesta pacífica promovida por el Movimiento 15-M. El PSOE no quiere arriesgar más y es que el mitin socialista puede quedar eclipsado por una movilización que va a más conforme pasan los días y se acerca la cita electoral. Es cierto que los manifestantes no protestan en una sola dirección, la socialista, sino que en su punto de mira están populares y PSOE (Gobierno), pero la situación es muy delicada para la formación que sabe que muchos de sus votos están presentes en la protesta del kilómetro cero.

Por eso, el PSOE se ha lanzado a la desesperada en estos últimos días para pedir directamente el voto frente a una derecha que amenaza con arrollar y cambio de forma contundente el mapa político español. De hecho, la formación de Rajoy celebra a nivel interno las concentraciones del Movimiento 15M, porque opinan que su caladero de votos no se encuentra entre ellos, que sólo los votantes potenciales de la izquierda se están vinculando a esta protesta convocada vía redes sociales.

El PSOE ha rechazado de plano que el cambio se deba a las manifestaciones de miles de jóvenes, alegando que desde un primer momento se pensó en un recinto cerrado si las condiciones meteorológicas no eran buenas.