Firmas para recuperar las 35 horas semanales en el SERIS

La ampliación de la jornada laboral de 37 a 37,5 horas semanales a los funcionarios y trabajadores estatutarios de la Administración ha supuesto una “merma de derechos” a los los profesionales del Servicio Riojano (SERIS). Carmen Alonso es trabajadora del SERIS y relata que “a los pinches, celadores, auxiliares y a algún médico, no se nos ha ampliado la jornada laboral esa media hora. Seguimos trabajando 37 horas semanales y, para compensar, nos quitan 18 días al año de nuestras vacaciones”.

Así llevan cuatro años, desde que el Gobierno del PP “impuso esta ampliación”. Cuatro años durante los cuales “nos hemos sentido discriminados”. Hartos de sentirse ninguneados y olvidados, esta mañana presentarán más de medio millar de firmas dirigidas al presidente del Gobierno regional, José Ignacio Ceniceros, la consejera de Sanidad, María Martín y la directora del SERIS.

“Queremos que finalice este trato discriminatorio que hay entre unos y otros trabajadores y que se implante cuanto antes la jornada laboral de 35 horas semanales como bien se está haciendo en comunidades limítrofes o en otras administraciones de La Rioja”, apunta Alonso. Pero hasta entonces, añade, “exigimos que nos amplíen la jornadas laborales y que no nos quiten días libres de nuestras vacaciones”.

Son trabajadores con turnos rotatorios de mañana y tarde, razón por la que “desde la Administración ni siquiera se plantearon la posibilidad de ampliar esa media hora más al día y optaron, directamente, por quitarnos 18 días al año de nuestras vacaciones”.

Somos conscientes, reconoce esta trabajadora, “de que durante la crisis todos debíamos arrimar el hombro, pero el próximo mes de julio se cumplen cuatro años de esta imposición, cuatro años que llevamos apoyando y ya es hora de decir basta”. A su juicio, “los trabajadores de la Administración Pública hemos sido los que más hemos padecido los recortes ya que hemos visto mermado nuestro sueldo, nuestro horario y nuestros derechos y ya estamos cansados y agotados”. “No pedimos trabajar menos, queremos trabajar lo mismo que el resto”, concluye.