Frustrado el primer intento para liberar a Ingrid Betancourt

El avión médico que Francia envió el pasado viernes a la Guayana Francesa para asistir en una eventual liberación de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), volvía este domingo vacío al territorio metropolitano, donde otro aparato está dispuesto para despegar en cualquier momento, según informó Caracol Radio.

Un portavoz del presidente Nicolas Sarkozy explicó, sobre el retorno del Falcon 900 --que despegó sobre las 11.00 hora española de la base militar de Rochambeau en Guayana Francesa-- que eso “no prejuzga en nada la evolución de la resolución de la cuestión de los rehenes”.

El Falcon 900 pertenece al Ministerio de Defensa y por razones internas de funcionamiento “no puede permanecer de forma indefinida” en el departamento francés del Caribe, precisó el portavoz, antes de añadir que por eso se ha decidido que vuelva a su base de la Francia metropolitana.

El portavoz confirmó que el avión hacía el vuelo de retorno “sin nadie, aparte de la tripulación”, e insistió en que hay otro avión medicalizado en un lugar que no precisó, que puede “despegar en cualquier momento” si hiciera falta para recuperar a Betancourt.

El Falcon 900 había aterrizado en Rochambeau la noche del viernes al sábado por decisión de Sarkozy “a título de precaución” y para que la rehén pudiera “recibir enseguida los cuidados (médicos) apropiados” y ser llevada lo antes posible a un centro hospitalario en caso de ser liberada, según el Elíseo.

En Colombia, los últimos informes y testimonios sobre el estado de salud de la ex candidata presidencial, que también tiene nacionalidad francesa y fue secuestrada en febrero de 2002, se han multiplicado últimamente al saberse que el mes pasado miembros de las FARC la llevaron a un centro de salud de una aldea del Guaviare (sur de Colombia) para que fuera atendida.

Familiares de la rehén han manifestado su inquietud, ya que consideran que la mayor disposición del presidente colombiano, Álvaro Uribe, a un intercambio humanitario entre secuestrados por las FARC y guerrilleros encarcelados, significa que tiene informaciones alarmantes sobre el riesgo de que Betancourt pueda morir.