Jóvenes conflictivos, adultos con problemas
Ian Colman, de la Universidad de Alberta (Canadá), recopiló datos del Sondeo Nacional sobre Salud y Desarrollo (NSHD), también conocido como la cohorte de 1946. Los resultados de su análisis los ha publicado la revista 'British Medical Journal'.
El estudio indica que los participantes en el NSHD que tenían problemas de conducta (entre moderados y graves) durante la adolescencia eran más proclives a dejar los estudios sin obtener su título y a padecer diversos problemas en la vida adulta: depresión, ansiedad, separación de la pareja y dificultades económicas.
Colman y sus colaboradores examinaron los datos sociales y de salud de más de 3.500 personas señaladas como 'conflictivas' por sus educadores cuando tenían entre 13 y 15 años. Más adelante, cuanto tenían 36 y 56 años se estudió su salud mental, su estado social y su posición económica.
Los problemas de conducta en la escuela afectan a un 7 por ciento de los chavales de edades comprendidas entre los 9 y los 15 años, y no han dejado de aumentar en los últimos tiempos. Estudios previos plantean que los individuos con problemas de conducta graves genera una carga económica considerable para la sociedad en términos de educación, salud y servicios sociales.
El estudio muestra que los adolescentes conflictivos suelen arrastrar sus conflictos de juventud a la vida adulta. Según sus resultados, esa tendencia es general, al margen de las diferencias sociales, antecedentes de enfermedad mental y capacidad cognitiva. A diferencia de otros trabajos, no obstante, en éste no se observa una asociación entre las alteraciones del comportamiento y la propensión al alcoholismo.
Según Colman, “dados sus costes sociales a largo plazo y el trastorno para los propios adolescentes, estos resultados podrían tener consecuencias importantes en términos de salud pública”.
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