La familia alternativa funciona
En el congreso anual de la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana que se celebra en Barcelona se ha dado a conocer el primer estudio que analiza las relaciones en el seno de familias en las que hay hijos adoptados. De acuerdo con sus conclusiones, los vínculos están funcionando bien, y hay pocas diferencias entre estas familias y las que tienen hijos de forma natural.
Polly Casey, del Centro de Investigación Familiar de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) ha presentado sus datos el domingo. El estudio ha descubierto que las familias que han recurrido a una donación de óvulo, alquiler de útero o inseminación artificial de donantes presentan más parecidos que diferencias en cuanto a bienestar psicológico de los padres, la calidad de la relación con los hijos y la adaptación de éstos.
Durante mucho tiempo, se ha debatido sobre las posibles consecuencias negativas para estos niños, debido a la preocupación de que los padres puedan tener un comportamiento menos positivo hacia ellos, y de que los niños no se sientan plenamente aceptados como parte de la familia.
Los investigadores han llegado a esta conclusión tras analizar a 39 familias que alquilaron un útero, 43 que utilizaron inseminación artificial, 46 que recurrieron a donación de óvulos y 70 más cuyos hijos fueron concebidos de forma natural. De momento, se han recopilado datos hasta que los niños han llegado a la edad de 7 años, pero los autores del trabajo esperan poder continuar el seguimiento durante el máximo tiempo posible.
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