Las cuentas, aprobadas por mayoría

La Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) aprobó las cuentas del ejercicio del pasado 2007, que dejaron un “extraordinario, pero escaso” superavit de más de 33 millones de euros para la RFEF, y los presentes también dieron el visto bueno para el presupuesto para este 2008. Los asambleístas dieron el apoyo mayoritario a la actuación económica federativa y 118 dieron su voto afirmativo, por 25 negativas y dos abstenciones, al balance, cuenta de resultados y liquidación de 2007. El presupuesto para este año 2008, de más de 84 millones de euros, también superó sin problemas la Asamblea (117, 20 y 11).

Según indicó Juan Luis Larrea, tesorero de la RFEF, el resultado que ha dejado el 2007, con un superávit de 33.140.672,27 euros, “es extraordinario, pero escaso”, mientras que el presidente Ángel María Villar recordó en su alocución que el ejercicio económico había sido “brillantísimo”. “El mejor en los últimos 20 años”, añadió. Larrea apuntó igualmente durante su presentación del informe económico que la auditoría encargada, y cuyo resultado habían recibido el pasado viernes 29 de febrero, expresaba “la imagen fiel de la situación financiera de la Federación Española”.

También advirtió que aún no habían recibido las subvenciones del Consejo Superior de Deportes por valor de más de 18 millones de euros (18.892.599,30 euros), aunque en 2008 ya habían cobrado un importe de 336.570 euros. Además, pese a las críticas de Antonio Escribano, presidente de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha, la Ciudad del Fútbol de Las Rozas estaba “totalmente pagada” y recalcó la buena operación de la venta de los antiguos locales federativos de Alberto Bosch, que generaban “gastos importantes” y en la que habían tenido “suerte”.

“A lo mejor ahora, con la pequeña crisis inmobiliaria que estamos viviendo, no los podríamos haber vendido por esas cifras”, señaló Larrea, que cifró en 22 millones, la cantidad de esta venta perteneciente al superávit y que insistió en que la RFEF está “perfectamente ubicada”. Por su parte, Antonio Escribano fue el encargado de mostrar la oposición a la gestión económica y criticó que la auditoría, “como es habitual”, no hubiese sido “repartida” entre los asistentes. “Se presenta un resultado positivo, pero estamos sin sede y nos descapitalizamos, y damos superávit”, afirmó el presidente de la federación castellano-manchega, que también fue contrario a que algunos contratos sean “monopolizados por una firma”.