Atrapados en Cascajos
Son las dos de la tarde y avanzar por el barrio logroñés de Cascajos es casi imposible. El sonido de los cláxones es casi ensordecedor y los rodeos para acceder a calles como Estambrera, Garcilaso de la Vega o Pasadera son el pan nuestro de cada día para decenas de vecinos del barrio. Hay que echarle paciencia. Las obras del soterramiento del ferrocarril han obligado a cerrar la calle Piqueras, arteria del barrio y que comunica con la circunvalación, el nudo del barrio de la Estrella y la avenida de Lobete.
Desde el pasado 30 de abril, el túnel y la calle Piqueras quedaron cerrados al tráfico. Se organizó un itinerario de entrada y salida al barrio: en el caso del tráfico de salida de Logroño una opción es proseguir por avenida de Lobete hasta llegar a la rotonda final para enlazar con Tirso de Molina y retornar a través de esta calle al tramo abierto de Piqueras antes de salir a la circunvalación por el nudo de La Estrella. Salir por avenida de la Paz o por Vara de Rey serán otras soluciones por los que pueden optar los conductores.
Pero los atascos son persistentes. Y todo ello agravado por el cierre de la calle Chile debido a las obras del colector, que de alguna manera viene a complicar un poco más la vida de los vecinos de Cascajos.
La Asociación de Vecinos del barrio se ha puesto manos a la obra. Y nunca mejor dicho, de hecho llevan reuniéndose con los representantes del Ayuntamiento, más concretamente con el concejal de Movilidad Domingo Dorado, desde antes de que comenzaran las obras. Y es que Francisco Arriscado, más conocido como Paco, es el ‘oteador’ oficial. Ayer por la tarde se reunía de nuevo con Dorado para ver como solventar los problemas del tráfico.
Es optimista.
Los atascos se producen a hora punta pero es consciente de que esa situación se prolongará al menos dos años. “Hay una opción que sería hacer una vía de doble sentido en la calle Tirso de Molina dice Paco, ”pero Demarcación de Carreteras se opone ya que se producirían accidentes. Otra salida sería la de Lope de Vega para no tener que salir todos por Poeta Prudencio a Vara de Rey“.
Salidas, entradas.. Cascajos se ha convertido en un laberinto. Incluso los comerciantes de la zona se quejan de perjuicio que les están causando las obras. “Hay pocas tiendas en el barrio, las imprescindibles para la gente de aquí, no creo que tampoco les afecte mucho” dice el secretario de la Asociación.
Paco destaca la “buena predisposición de los miembros del Ayuntamiento. Les escuchan y tratan de llegar a una solución consensuada con los vecinos. ”Nosotros les estamos metiendo presión, les contamos lo que pasa y ellos nos cuentan los pasos que están dando“.
Incluso representantes municipales del Partido Popular se han interesado por el problema. “Nos dijeron que vendrían por la asociación la semana pasada, pero no se han pasado” dice Paco, “vamos a tratar de colaborar con todos. Yo soy imparcial, no tengo nada que ver con los políticos”.
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