Corazones a salvo en nueve centros educativos de Logroño

La muerte súbita de una persona joven y aparentemente sana es un hecho que produce un gran impacto social y familiar, sobre todo si tiene lugar durante la práctica deportiva. En los últimos tiempos nos estamos 'acostumbrando' a ver deportistas desvanecerse en el campo de juego. La semana pasada el jugador del Salamanca, Miguel García, abandonó el Hospital Clínico de Salamanca tras haber sufrido un infarto en el transcurso del partido contra el Betis.

Otros casos no han tenido el mismo final. En 2009 un fulminante ataque al corazón terminó con la vida de Dani Jarque, capitán del Espanyol de Barcelona. Dos años antes fallecía el sevillista Antonio Puerta, que se desplomó en el terreno de juego en el partido contra el Getafe, uniéndose a una larga lista de futbolistas muertos durante un partido de fútbol.

En la cima de la negra estadística de la muerte súbita se encuentran el fútbol y el ciclismo. Es probable que el mayor número de casos sea debido a que son algunos de los deportes más practicados, aunque hay que tener en cuenta que, sobre todo el ciclismo, es un deporte que exige un alto nivel de esfuerzo y en el que se encuentra la sombre del dopaje.

Más allá de los centros deportivos, con el objetivo de conseguir que los espacios públicos sean cardiosaludables, y responder con la máxima urgencia a las manifestaciones de estas enfermedades, accidentes cardíacos o combatir la muerte súbita, el Gobierno de La Rioja ha instalado en 14 centros de Secundaria los desfibriladores semiautomáticos externos 'Dese' que se utilizaran por personal no sanitario, actuación en la que se ha invertido 20.340 euros.

El Decreto 48/2008 de 18 de julio, recomienda la instalación en la Comunidad riojana de al menos, un desfibrilador semiautomático externo en todos los establecimientos en los que reciban o en los que transiten más de 500 personas al día. Los centros docentes en los que se han instalado son: IES Sagasta, Batalla de Clavijo, Tomás Mingot, Duques de Nájera, Comercio, Hermanos D`Elhuyar, Escultor Daniel, Inventor Cosme García y la Escuela Oficial de Idiomas en Logroño; además se ha instalado en el Instituto Manuel Bartolomé Cossío de Haro; Celso Díaz de Arnedo;Gonzalo de Berceo de Alfaro; Marco Fabio Quintiliano y Valle del Cidacos de Calahorra y enLa Laboral de Lardero.

Para la instalación definitiva de los 'Dese', ha sido necesario seguir un procedimiento, desde el reguistro en la Consejería de Salud; designar en cada centro a un responsable del uso del aparato, e instruir mediante un curso al responsable designado mediante un curso en la Escuela Riojana de Administración Pública. Todos los responsables del uso están protegidos por un seguro de responsabilidad civil. En total 16 personas han recibido la formación necesaria. Además, la Consejería, y como paso previo a la autorización, inspeccionará todas las instalaciones, con el objetivo de comprobar la adecuación de las mismas. Toda actuación con desfibriladores deberá ir acompañada, de manera inmediata, de la comunicación al Servicio de Urgencias a través del teléfono 112, con el fin de garantizar el control médico de la actuación.

Los titulares de los establecimientos que tengan instalados los desfibriladores serán los responsables de su mantenimiento y conservación. Una de las responsables, la docente en el Instituto de Secundaria Inventor Cosme García, Asunción Fernández, considera que “esta medida puede ser un servicio más del centro, en sí no es necesario para su funcionamiento pero está diseñado para que preste servicios sociales en el entorno”. Asegura que “no es probable que un niño pueda tener un paro cardiorrespiratorio” y por ese motivo la función del desfibrilador “es atender posibles casos, y saber que está operativo para alumnos, personal del docente y servicio social”.

Este servicio social se extiende a toda la zona, en el supuesto caso de emergencia por un ataque cardíaco o golpe fuerte el corazón, es imprescindible que la gente sepa existe un disponible de este tipo, en esta zona de Logroño también hay un desfibrilador en el Polideportivo Municipal Las Gaunas. Asunción aclara que es la responsable del mantenimiento pero que el desfibrilador no se debe utilizar si no es en coordinación con el servicio de emergencias. Sus conocimientos son de primeros auxilios y atención temprana gracias al aprendizaje en el curso dirigido por médicos de urgencias. Se prevé formar a tres personas más en cada centro. “La idea es que el centro no sea una instalación aislada sino es parte de la Comunidad” asegua. “Afortunadamente no hemos tenido ningún problemas cardiovascular por el momento” concluye. Ahora tienen la opción de instalar un cartel informativo en el exterior para dar a conocer la existencia del mismo.

80 MUERTES SÚBITAS AL AÑO

La muerte súbita por paro cardíaco no esperado es la primera causa de muerte en el mundo y, en La Rioja, se registran alrededor de 80 muertes súbitas al año. Buena parte de estas personas seguirían vivas si se hubiera producido una intervención inmediata con el equipo adecuado, dada la importancia de actuar en los primeros instantes, porque cada minuto que pasa incrementa un diez por ciento la posibilidad de muerte.

Por este motivo, el Plan ‘La Rioja cardioprotegida’ busca mejorar la supervivencia de las personas que sufren episodios de arritmia o fibrilación ventricular maligna. La tecnología de estos aparatos permite que el propio aparato realice un diagnóstico al paciente y que sólo administre las descargas eléctricas cuando sea necesario, sin precisar que intervenga un médico.

Los desfibriladores se están convirtiendo en un instrumento más, dentro de un sistema sanitario riojano de atención básica al paciente, antes de que llegue la UVI móvil. Las características sociales, geográficas y sanitarias de La Rioja hacen muy viable la utilización de los desfibriladores en lugares de gran concentración de público. El objetivo marcado por Salud es lograr en cuatro años una consolidada estructura geográfica que permita considerar a La Rioja una zona cardiosaludable, especialmente protegida en un alto porcentaje.