Todo listo para la Navidad en el Mercado de San Blas: La clientela adelanta sus compras

Entre llamadas al siguiente en la fila, saludos con nombre propio y señas de cercanía el Mercado de San Blas se encuentra inmerso en el trajín de las primeras compras navideñas. Y es que estas fiestas son especiales, preparándose con el esmero de quienes tras dos años esperan la vuelta a la normalidad, de volver a ver a toda la familia reunida alrededor de la mesa. De, por fin, reencontrarse y celebrar.

“La gente se estaba un poco asustando con la carestía de precios del producto, así como otros años esta época era un poco de parón, esperando a que lo fuerte fuera una semana antes de Navidad, este año se está adelantando mucho, desde la semana pasada empezamos a notar y está semana ha sido brutal en ventas”, apuntan desde el puesto de carnicería Hermanos Iturriaga Ayala.

En cuanto a la variación de precios, Iturriaga apunta que, en su puesto, en el pollo “prácticamente no ha repercutido” la subida de precios, pero sí “en el cabrito, en el cordero y el solomillo”, su productos más demandados para las fechas, que se han encarecido entre “un 15% y un 20%, pero no van a subir más en Navidades”. Así, como una muestra de agradecimiento a la fidelidad de la clientela “el resto de precios lo estamos manteniendo desde el primer día”. Los pequeños comerciantes, apunta al respecto, “está traduciendo al precio de venta un aumento mucho menor que lo que le está repercutiendo a él la subida”, intentando que esta subida repercuta “lo mínimo posible”.

“Más que clientes son casi amistades”, agradece. “Es que un pequeño comerciante lo hace porque sí, no somos una maquina, somos gente que nos saludamos todos los días, que nos conocemos, y estas fechas son para agradecer”. Consciente de los problemas para llegar a fin de mes ante la inflación, desde Hermanos Iturriaga aconsejan alternativas, como pollo deshuesado relleno de jamón y pistachos y piñones con sidra, un plato que, como indica, no falta en su mesa.

“Notamos mucha gente que, igual, durante el resto del año no ves, pero en Navidades vuelven al mercado”. Apunta, también, que cada vez se une más gente joven a comprar en el mercado, impulsada por un deseo de tener consciencia de la procedencia de los alimentos que consume. “Quizás por ecología, quizás por su propia alimentación, quieren saber lo que comen porque, al final, somos lo que comemos”.

Esta misma sensación la comparte Pedro Robles, desde su puesto de pollería. “La gente ya está viniendo al mercado, en grupos y haciendo pedidos para Navidad, porque ya se van a juntar con la familia, ya no es como el año pasado”. Sus productos más demandados: paloma, perdiz, faisán, pavo y pato. El pavo, en su puesto, “en relación con el año pasado ha subido unos 50 céntimos”. El pollo, por su lado, se ha encarecido “unos 40 céntimos el kilo” y el pato ha experimentado una subida similar. “La gente joven nos pide recetas, consejo de cómo lo hacemos, cómo lo rellenamos, la gente mayor ya tiene su receta que le va bien”, diferencia. “Últimamente estamos viendo bastante gente joven que viene a comprar con sus hijos, es una buena sensación porque es la gente del futuro”, cuenta desde su puesto, en el que trabaja desde hace 32 años. “La gente que quiere algo bueno, siempre viene al Mercado”.

Sin parar de atender y entre preguntas sobre cómo desalar la pieza de bacalao, Sara, desde Bacalaos Alejandra, saca un hueco para hacer balance de este comienzo de la campaña navideña. Su pieza de bacalao más demandada: las cocochas, pero también los lomos y, en tercer lugar, su pilpil. “Llevamos una temporada muy buena, creo que seguiremos así, la gente se ha adelantado a comprar.”. “Los precios se van a mantener hasta Navidades”, adelanta. Consejos de preparación no le piden, pero sí las fechas a las que saldrá mejor o si tiene más espinas o menos. “Noto que aprovechan los pequeños comercios para ahorrarse un dinerillo, han adelantado las compras por eso mismo”.