Más de 380 mujeres denunciaron malos tratos el año pasado

Más de 380 mujeres presentaron denuncias por violencia machista en 2007 en La Rioja, donde, en la actualidad, hay 372 mujeres que tienen medidas de protección, dentro del total de las que ha presentado denuncias por este motivo en los últimos años.

La responsable de la unidad de Violencia de la Delegación del Gobierno en La Rioja, Ana Santos, ha ofrecido hoy estos datos, aunque en el caso de las denuncias la cifra de 380 es “una estimación” ya que su Unidad se creó en abril y desde entonces tiene constancia de 294 denuncias de mujeres.

Ha asegurado que en La Rioja la mitad de las denuncias que se presentan son de extranjeras y, de media total, las denunciantes tienen entre 20 y 40 años, aunque entre abril y diciembre del año pasado se presentaron veinte denuncias de menores de 20 años.

Un 70% de las denuncias fue por maltrato físico y de esas la mitad se correspondían con lesiones leves; el 81% de los agresores fue detenido.

A finales de diciembre del año pasado había 312 mujeres con orden de protección dictada, cifra que ya se ha incrementado en 60; en estos casos se realiza un seguimiento “caso a caso” del nivel de riesgo y se determinan actuaciones con las fuerzas de seguridad del Estado, policías locales y servicios sociales municipales.

Por otro lado, el Gobierno central colabora con el Ejecutivo regional en el desarrollo de un programa de atención integral a las mujeres víctimas de violencia; en La Rioja ese programa tendrá un presupuesto de 182.610 euros, de los que el Estado aportará 145.895 euros.

Santos ha asegurado que existen casos en los que las mujeres no denuncian situaciones de violencia “por vergüenza social” por lo que “es necesario el apoyo de su entorno” ya que “a quien repudia la sociedad es a quien humilla a la mujer”.

Recalcó que en caso de ciudadanos extranjeros que tengan antecedentes por maltrato a mujeres no se renueva su permiso de residencia y afirmó que “hay bastantes casos” de mujeres que “reanudan la convivencia” con los agresores “algo que supone más riesgo para la mujer y un quebrantamiento de condena del hombre”.