Más soldados para la ISAF
La misión de la OTAN en Afganistán podría tomar un nuevo impulso a corto plazo, al menos así lo ha declarado el secretario general de la organización internacional, Anders Fogh Rasmussen, quien además ha señalado que confía en que la OTAN pueda comenzar el año que viene a transferir más responsabilidad en cuestiones de seguridad a las fuerzas afganas, lo que permitiría a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) ocupar un papel mayor de apoyo.
Las palabras del secretario general llegan en un momento en el que los países OTAN se plantean su papel dentro de la misión en Afganistán, pues el aumento de las bajas a lo largo de este año ha dañado el apoyo hacia la guerra en algunas de estas naciones. Rasmussen ha afirmado que entiende las preocupaciones de las diferentes sociedades por el coste de la misión de la Alianza y su dirección. “Pero la gente debería tener la seguridad de que pronto se conseguirá un nuevo impulso”, ha señalado durante un discurso en la Asamblea Parlamentaria que celebra la OTAN en la ciudad escocesa de Edimburgo. “En pocas semanas, espero que decidamos, en la Alianza, sobre el enfoque de la misión, así como los niveles necesarios de tropas, para que nuestra misión salga adelante”.
“Confío en que será un enfoque de contrainsurgencia, con un número sustancial en el incremento de tropas, y situaremos a la población afgana en el centro del esfuerzo colectivo de la ISAF, centrándonos en su seguridad y apoyando la reconstrucción y el desarrollo”, ha asegurado Rasmussen.
Además, el representante de la OTAN ha pedido a los Estados miembros que concedan más recursos militares, incluidas tropas de combate adicionales para la ISAF y más soldados para acompañar y entrenar a las fuerzas de seguridad afganas.
Rasmussen ha lamentado que los costes de la operación afgana sean altos, pero asegura que los costes de abandonar serán “mucho, mucho mayores”. “Por este motivo tenemos que seguir con el curso de la misión y construir sobre el progreso considerable que hemos hecho hasta ahora”.
Según el secretario general, si la OTAN se marcha de Afganistán, “Al Qaeda volverá inmediatamente [...], y la inestabilidad se extenderá por el centro de Asia”. “Tendrían un santuario desde el cual lanzar su estrategia de una yihad mundial, una estrategia que se dirige primero y en primer lugar contra nosotros”, ha señalado Rasmussen.
Por su parte, el primer ministro británico, Gordon Brown, ha sugerido acordar una fecha común para la retirada de las tropas desplegadas en Afganistán, en un discurso en el que celebró que casi la mitad de líderes de la red terrorista de Al Qaeda habían sido abatidos en la ofensiva.
En la tradicional conferencia sobre política exterior ofrecida en el banquete del Lord Mayor en Londres, Brown hizo hincapié en que el éxito de la ofensiva contra los feudos de los milicianos extremistas había dado a las tropas extranjeras la oportunidad de acordar una fecha para la retirada del contingente al mando de la OTAN y de Estados Unidos desplegado en el país asiático.
Mientras, el ex comandante de las tropas de la OTAN en Afganistán, general David Richards, vaticinó el mes pasado que los soldados británicos estarían en el país centroasiático hasta 2014, ya que a su juicio se necesitan cinco años más para ver signos del descenso de violencia. Sin embargo Brown, al igual que el mandatario estadounidense, Barack Obama, es proclive a una retirada temprana para evitar prolongar la guerra en la región.
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