Merkel obtiene una cómoda mayoría

A la segunda va la vencida. Seguramente eso es lo que ha pensado este domingo la canciller alemana, Angela Merkel, cuando ha sabido que todos los sondeos a pie de urna le daban el respaldo suficiente como para poder gobernar con los liberales, después de que en 2005 se viera obligada a formar coalición con los socialdemócratas. Para estos, sin embargo, hoy ha sido un día “amargo” puesto que su derrota y su paso a la oposición viene motivado por su peor resultado en más de 50 años.

“Lo hemos conseguido”, aseveró triunfante Merkel, que compareció ante la prensa en la sede de su partido en Berlín visiblemente emocionada. La canciller, a la que sus seguidores interrumpieron al grito de “Angie, Angie”, se felicitó de que habrá “un nuevo gobierno” integrado por su partido y los Liberal Demócratas (FDP) con una “mayoría estable”.

Asimismo aseguró que quiere ser “la canciller de todos los alemanes” y prometió que seguirá trabajando porque “hay muchos problemas que resolver” en el país. Por ello, dijo que desde mañana mismo hablará con el líder de los liberales para fijar un plan de trabajo y un calendario para la nueva coalición.

En una entrevista posterior en la cadena ARD, Merkel dijo que está “feliz y satisfecha” porque “el objetivo se ha logrado” y “habrá cambio de gobierno”. En este sentido, se felicitó de que el resultado permitirá la formación de un “gobierno estable” con los liberales.

Durante toda la campaña electoral, Merkel había dejado claro su interés en acabar con la “gran coalición” con los socialdemócratas que se vio obligada a formar en 2005 tras imponerse por un punto a éstos, sin embargo, la pérdida de apoyo entre los alemanes, según los sondeos, y la mejora experimentada por el SPD en los últimos días, había hecho temer que hubiera una segunda parte para este complicado reparto de poder.

ÉXITO DEL FDP Y REVÉS PARA LA CSU

Por su parte, el líder del FDP, Guido Westerwelle, que aspira a convertirse en el próximo ministro de Exteriores, celebró que su partido haya logrado “el mejor resultado desde su creación” y aseguró que asumirá esta “gran responsabilidad” de gobernar con la CDU como han querido los votantes, a los que agradeció su apoyo.

Asimismo, prometió que trabajará para que Alemania cuente con “un mejor sistema fiscal y mejores oportunidades educativas”. Los liberales gobernaron por última vez con el canciller cristianodemócrata Helmut Kohl.

En cuanto al tercer integrante de la futura coalición de gobierno, la Unión Cristiano Social (CSU), facción hermana de la CDU en Baviera, los sondeos a pie de urna apuntan a que habría logrado sólo el 41% de los votos, su peor resultado, mientras que a nivel federal se situaría en el 6,4%. Su líder, Horst Seehofer, se felicitó de que a nivel federal se haya logrado el “objetivo”, pero por otro lado lamentó el resultado obtenido por su partido en Baviera.

El partido bávaro no parece estar atravesando su mejor momento y parece no haberse recuperado del varapalo que supuso el año pasado perder la mayoría absoluta en Baviera, que trajo consigo la salida de su histórico dirigente, Edmund Stoiber, y la llegada de Seehofer al frente del partido. “Nuestro rendimiento no es satisfactorio y no tiene sentido el no admitirlo”, aseveró el líder bávaro, que prometió que seguirá al frente del partido.