Navidades “de Justicia” para el jurado de Camps y Costa
Los nueve ciudadanos que componen el tribunal popular encargado de juzgar a Francisco Camps y Ricardo Costa se preparan para pasar una parte de la Navidad en el Palacio de Justicia de Valencia ante el notable retraso que arrastra el juicio, provocado por interminables interrogatorios a los testigos.
Según las previsiones del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, el juicio debía concluir el próximo viernes, pero este calendario ya no existe. El propio organismo judicial lo confirmó a finales de esta semana: la vista oral se prolongará más allá del día 23 y, de momento, resulta imposible predecir hasta cuando.
La semana que comienza mañana se anticipaba como la más relevante y resolutoria, puesto que el tribunal popular, plagado ya de rostros agotados por maratonianas jornadas de diez horas, debería haber escuchado a los responsables de la investigación que condujo a Camps y Costa hasta el banquillo por aceptar, supuestamente, regalos de la trama Gürtel.
Los próximos cinco días estaban reservados para la exposición y debate de la prueba pericial, en la que participarán funcionarios de la Agencia Tributaria, inspectores del Cuerpo Nacional de Policía y agentes de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales. También se esperaba la declaración, a petición del expresidente valenciano, del Censor Jurado de Cuentas y economista Juan Carlos Torres Sanchís.
Sin embargo, atendiendo al curso seguido por el juicio, ninguna de estas comparecencias podrá efectuarse en los días previstos. La semana, por tanto, tendrá su mayor punto de atención en la declaración del sastre José Tomas, encargado de las tiendas de Milano y Forever Young donde los acusados adquirieron las prendas supuestamente abonadas por la trama.
El testigo, convertido en personaje mediático, ha hecho numerosas declaraciones a los medios de comunicación en contra de Camps, acusándole incluso de no haber pagado “ni una peseta” del importe de las prendas que adquirió.
Igual de álgida será la comparecencia del dueño de Forever Young, Eduardo Hinojosa, quien exculpó al expresident durante la fase de instrucción y negó que su nombre figurara en ningún listado de encargos o clientes.
El juicio arrastra desde el pasado lunes un ritmo muy lento. La constitución del jurado, trámite que no suele durar más de tres horas en los juicios corrientes, ocupó en este caso más de diez, dilapidando así el resto de la jornada, en la que tendrían que haber testificado los dos acusados.
Según fuentes consultadas , los abogados, especialmente los de la defensa, sometieron a un exhaustivo interrogatorio a los candidatos. La previsión del primer día se reveló demasiado optimista. También la del resto, porque la comparecencia de Camps, que se produjo finalmente el martes, consumió otra jornada, mientras que la de Costa ocupó la mañana y parte de la tarde del miércoles.
De esta forma, y por citar un ejemplo, la testigo número 10, una empleada de Milano citada para el pasado martes, no compareció hasta el viernes, y su testimonio más de tres horas. Quedan por contestar otros 80 testigos, además de la citada exposición de informes periciales. Los once miembros del jurado, jóvenes en su mayoría, confiaban en poder emitir un veredicto antes de Navidad. Truncada esta esperanza, proyectan unas fiestas de justicia y mesura.
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