Quince menores infractores con problemas con las drogas, atendidos en 2007

Quince menores infractores con problemas de drogadicción participaron el año pasado en el programa de medidas alternativas que desarrolla la Consejería de Administraciones Públicas y Política Local en colaboración con la Asociación Riojana de Ayuda al Drogadicto (ARAD) y Dianova, en aplicación de la Ley del Menor

Según explicó el director general de Justicia e Interior, Miguel Sáinz, en la renovación del convenio con ARAD y Dianova, la media de edad de los menores atendidos durante el año pasado se situó en 16 años. Once de ellos pasaron a libertad vigilada con tratamiento ambulatorio y a los cuatro restantes se les impuso tratamiento ambulatorio con trabajos socioeducativos. Pero sin embargo en cifras, explicó Sáinz, se ha producido una “inflexión importante” del número de menores que han recibido este tipo de atención, que ha aumentado una media entre ocho y nueve menores en 2007. Asimismo, el porcentaje de jóvenes que han tenido acceso al programa de origen extranjero ha oscilado entre un 20 y un 24 por ciento.

Para este año, el Gobierno regional destinará a ARAD 42.960 euros que se dirigirán a la atención de menores infractores drogodependientes en el régimen ambulatorio o en el régimen abierto, para la atención de menores que reciben una tarea de libertad vigilada, tareas socieductivos o trabajos para la comunidad.

El tramo de edad de éstos con problemas de drogodependencia está comprendido entre los 14 y los 18 años. Se trata de adolescentes con problemas de adicción a bebidas alcohólicas, sustancias tóxicas o sustancias psicotrópicas que reciben atención por parte de un equipo técnico de ARAD con el fin de conseguir su rehabilitación y posterior integración en la sociedad. Así trabajan con ellos psicológos, trabajadores sociales, un médico y un asesor jurídico.

Las sustancias que más se consumen por los jóvenes y que originan la entrada al programa de atención son el hachís, las anfetaminas, la cocaína y la heroína. Además, precisó Sáinz, la mayoría de estos jóvenes que entran en los centros comenten delitos de robo con intimidación, robos con fuerza y algún caso de maltrato familiar, en concreto uno de los 15 totales.

Por su parte, el presidente de ARAD, José Luis Rabadán, explicó que se había producido un “cambio importante” en el perfil del menor drogodependiente, ya que en los útimos años se ha probado que son personas que “no tienen tan establecida su conducta de drogodependencia. Pero -precisó- sí que tienen una situación de alto riesgo porque son personas muy experimentadoras, rebeldes y presentan oposición”. Además, “el nivel académico es adecuado para su edad, la convivencia familar es conflictiva pero dentro de un marco estructurado, además hay una ausencia de transtornos físicos y psicológicos”, concluyó.

CASOS COMPLICADOS

Para casos en los que no es posible solventar o atacar el problema con una medida de tratamiento ambulatorio el Gobierno ha firmado un convenio con Dianova que tiene un centro en Zandueta, Navarra, que permanecen internados. Concretamente Sáinz señaló que existía un menor que estaba cumpliendo un internamiento semiabierto por tres meses en el que además estaba recibiento tratamiento terapéutico.

Esta entidad ejecutará las medidas de internamiento terapéutico que dictamie el Juez al menor. En los centros de internaiento, se realizará una atención especializada para aquellas personas que padezcan anomalías o alteraciones psíquicas, un estado de dependencia de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas o sustancias psicotrópicas o alteraciones de la percepción que determinen una alteración grave de la conciencia de la realidad.