República Dominica reabre su frontera con Haití
La reciente epidemia de cólera
que se ha desatado en Haití hizo saltar las alarmas de su más cercano vecino: República Dominicana. Éste, ante el miedo al contagio y a una oleada de personas que intentarán entrar en su territorio presas del pánico, cerró sus fronteras, impidiendo el paso de persona alguna.
Días después, cuando el brote parece controlado, los puestos fronterizos entre Haití y República Dominicana de Ouanaminthe, Belladères, Malpasse y Anse à Pitres vuelven a permitir el paso de personas, según informó este miércoles la emisora Radio Metropole.
Sin embargo, numerosos militares dominicanos permanecen desplegados a lo largo de la frontera y han recibido la orden de controlar a todos los ciudadanos que entran en el territorio. El gobierno de Haití desconoce que criterios exactos utilizarán los soldados para permitir o vetar la entrada de las personas.
Miles de haitianos cruzan varias veces a la semana la frontera entre los dos países vecinos, principalmente para comprar o vender mercancías. Por este motivo, el cierre de los puestos de control había provocado algunos incidentes entre comerciantes y soldados en Malpasse, donde la Policía intervino para restablecer el orden.
Por otro lado, la inusual alta tasa de mortalidad registrada en Haití por la epidemia de cólera se está reduciendo gracias a que la gente se está concienciando y los médicos están tratando a los enfermos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ahora el principal objetivo de la OMS es evitar que la enfermedad se extienda desde el departamento septentrional de Artibonite, donde está concentrada, a la capital, Puerto Príncipe, y a los campamentos donde viven algunos de los supervivientes del terremoto del pasado 12 de enero.
El cólera, que se extiende a través de bacterias presentes en agua y comida contaminadas, puede causar la muerte en un plazo de entre 24 y 48 horas, y puede que los haitianos, que la última vez que sufrieron un brote de esta enfermedad fue hace al menos medio siglo, no la hayan reconocido a tiempo.
La doctora Claire Lise Chaignat, que encabeza el grupo de trabajo mundial de la OMS para el control del cólera, indicó que ahora la tasa de mortalidad es del 7,7 %, es decir, superior al 1 % que este organismo considera el límite dentro del cual la situación es normal pero inferior al 10 % que se registró cuando apareció el brote, la semana pasada.
“Tenemos una grave epidemia de cólera en Haití”, aseguró Chaignat en una rueda de prensa. Los datos anteriores de la OMS muestran que 3.769 personas se han contagiado y, de éstas, 248 han muerto. Los expertos de este organismo creen que la enfermedad podría acabar siendo endémica en Haití, que se libró de la pandemia de esta enfermedad que afectó a América Latina en 1991.
Chaignat dijo que es demasiado pronto para decir cuándo llegará el brote a su punto álgido. “El sistema de supervisión se está aplicando; de hecho, la alerta temprana está funcionando bastante bien”, declaró.
Aunque los expertos no esperaban que el cólera fuese a convertirse en uno de los riesgos que surgirían después del terremoto, el gran número de médicos y cooperantes que hay en Haití a causa del seísmo significa que hay más posibilidades de poder controlar la enfermedad.
Las personas que viven en las zonas infectadas necesitan tener acceso a agua limpia, a un mejor sistema sanitario y a educación sobre normas de higiene. Mientras, las autoridades tienen que evitar que el cólera se extienda a nuevas zonas y determinar cómo actuar si eso ocurre. La OMS está trabajando también con República Dominicana por si la enfermedad llega a este país.
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