¿Un mundo más seguro?
Tras varios días de mesas de diálogo entre los 47 países invitados, la Cumbre de Seguridad Nuclear celebrada en Washington, como iniciativa del presidente estadounidense, Barack Obama, ha finalizado. Los temas de conversación han sido claros y no han supuesto una sorpresa para nadie: el desarme nuclear y la supuesta amenaza del programa de enriquecimiento de uranio iraní.
Por un lado, los Estados participantes, entre los que se encontraba España, han llegado a un acuerdo para asegurar todo su material nuclear en cuatro años. Así lo anunciaba el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien además ha celebrado la importancia de este foro global para avanzar hacia un mundo más seguro sin armas atómicas.
En rueda de prensa, Obama reveló algunas de las conclusiones alcanzadas y destacó “el progreso real” logrado en los últimos dos días para hacer “un mundo más seguro”. Entre algunas medidas adoptadas, el mandatario destacó la importancia de controlar los materiales delicados considerados actualmente como inseguros y de evitar que las armas nucleares caigan en manos de terroristas.
“Hoy es un testimonio de que es posible, cuando las naciones se unen en un espíritu de compañerismo, abrazar nuestra responsabilidad común y enfrentar un desafío compartido”
, manifestó.
La cuestión iraní
Pese a no estar presente en la cumbre, Irán fue uno de los temas centrales de la reunión por la supuesta amenaza que representa para el mundo su programa nuclear, el cual el régimen de Mahmud Ahmadineyad defiende como pacífico.
Obama arrastró un amplio consenso sobre el establecimiento de una nueva ronda de sanciones contra Irán y, como reconoció el propio presidente, un “gran número” de países miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han abogado explícitamente por promover nuevos castigos contra la República Islámica, pese a las “difíciles” negociaciones que aún quedan por delante.
Uno de los países que se ha sumado a estas sanciones es China, reticente en un primer momento pero que ha terminado por ponerse de lado de Estados Unidos.
China “obviamente está preocupada por las ramificaciones que esto pueda tener para la economía”, ya que “Irán es un país productor de petróleo”, explicó Obama. “Sé que muchos países de todo el mundo tienen relaciones y somos conscientes de ello”, agregó.
Sin embargo, el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Cui Tiankai, insiste en que su país cree que la diplomacia es la mejor opción para solucionar el conflicto que existe con Irán. “El bienestar de la población de Irán, así como la normalización de su economía y sus intercambios comerciales, financieros y energéticos con el resto de países del mundo... Estas necesidades y demandas legítimas no pueden ser ignoradas”, afirmó Cui.
Por su parte, el presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, dijo que las posibles nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra Irán deben centrarse en la tarea de evitar la proliferación nuclear y no en castigar a los ciudadanos iraníes.
En declaraciones pronunciadas ante un 'think tank' estadounidense en Washington, Medvedev expresó su preocupación ante una posible carrera armamentística nuclear en Oriente Próximo y dio nuevas muestras de que Moscú apoyaría la imposición de nuevas sanciones contra Irán, pero trazando líneas rojas ante medidas que considera “excesivamente duras”.
Las sanciones contra Teherán “no deben castigar al pueblo” si no que deben centrarse en prevenir la proliferación, indicó el mandatario ruso en su discurso.
Por último, Israel, país que se siente directamente amenazado por una posible agresión de Irán, defiende la idea de dirigir un ataque preventivo contra instalaciones nucleares de este país para evitar que obtenga capacidad militar atómica. El gobierno israelí estima que la República Islámica podría tener bombas nucleares en 2014 y los primeros prototipos en “cuestión de meses”.
Según la última estimación hecha pública por los servicios secretos estadounidenses, Irán tendrá capacidad para construir su propio armamento nuclear en un plazo de tiempo que oscila entre los tres y los cinco años. Sin embargo, esta afirmación realizada por Jane Harman, presidenta del subcomité de Seguridad Interna de la Cámara de Representantes, choca con un documento secreto desclasificado en 2007, en el que se estimaba que la República Islámica “probablemente” pudiera fabricar un arma nuclear entre 2010 y 2015.
La última estimación oficial hecha pública hasta ahora auguraba que Irán sería capaz de producir uranio lo bastante enriquecido como para producir un arma nuclear “en pocos años”, más cerca de 2015 que de 2010, a pesar de que los mismos autores de estos documentos afirmaban que las estimaciones temporales referentes a este asunto habían resultado ser poco fiables anteriormente.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, afirmó “no creer” las especulaciones
que apuntan a que Irán podría tener un arma nuclear en cuestión de meses. “La mayoría de las estimaciones que he visto, y que no han cambiado en los últimos tiempos, sostienen que Irán no será capaz de unirse al club nuclear en menos de un año, tal vez más”, afirmó Gates.
Por otro lado, el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de Estados Unidos, mantuvo que la República Islámica será capaz de dotarse con armamento nuclear en un plazo que oscila entre uno y tres años.
Irán responde
Mientras se celebraba en Washington la Cumbre de Seguridad Nuclear, Irán presentaba una queja formal ante la ONU porque considera que Estados Unidos le amenazó con un ataque nuclear y le hizo chantaje en clara contradicción con los principios de la Carta de Naciones Unidas.
Esta protesta se debe a unas declaraciones que hizo la semana pasada el presidente Obama, que formuló una nueva doctrina de defensa de su país en que limitaba los supuestos para el uso de armas de destrucción masiva salvo contra Irán y Corea del Norte, para los que no puso ningún límite militar.
En esta carta, dirigida al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, al Consejo de Seguridad de la ONU y a la Asamblea General de este organismo, el embajador iraní, Mohamed Jazaee, se mostraba en desacuerdo y rechazaba frontalmente “la amenaza del uso de armas nucleares”.
En la misiva se afirma que las declaraciones de Obama y de otros dirigentes estadounidenses equivalen a “un chantaje nuclear contra un estado que no dispone de armas atómicas”, e insta a Estados Unidos a que cumpla sus obligaciones como país miembro de la ONU.
“Estos comentarios de dirigentes estadounidenses ponen de manifiesto una vez más la dependencia de Estados Unidos de los enfoques militares en numerosas cuestiones, para los cuáles el recurso de amenazar con el uso de armas nucleares no es una solución en absoluto”, afirmaba Jazaee en la misiva, en la que también señalaba a Washington como una “amenaza real” para la paz y seguridad internacional y le acusaba de socavar la credibilidad del Tratado de No Proliferación.
Otras amenazas
En el contexto de las amenazas nucleares, Obama también aludió en la cumbre a la posibilidad de que Corea del Norte reciba una nueva ronda de sanciones y señaló que Pyongyang “ha elegido un camino de aislamiento” que “ha sido extraordinariamente perjudicial para su pueblo”.
Sin embargo, el mandatario estadounidense confía en que el régimen comunista rompa esta tendencia y regrese a las conversaciones a seis bandas sobre su desnuclearización, lo que demostraría “un cambio de comportamiento”.
En relación a Pakistán, Obama defendió la seguridad de sus programas armamentísticos,
por los que dijo sentir “confianza”. “Esto no significa que no se pueda hacer ninguna mejora”, aclaró.
La postura de Naciones Unidas
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha reiterado, por su parte, la importancia de iniciar la negociación de un tratado que prohíba la producción de material fisible para armas nucleares.
Durante su discurso en la Cumbre sobre Seguridad Nuclear, Ban subrayó la necesidad urgente de tener un conteo preciso y transparente de la fabricación histórica y los arsenales actuales de estos materiales.
“Además, es imperativo tener un instrumento internacional confiable para mantener controlada la producción de materiales fisibles.
Sin un tratado que verifique y sea legalmente vinculante, los otros esfuerzos se quedarán a mitad de camino“, sostuvo.
Agregó que para impulsar la elaboración de ese documento estudia la idea de convocar una reunión ministerial de la Conferencia de Desarme durante el próximo debate de la Asamblea General de la ONU, en septiembre de este año.
Ban consideró que para alcanzar una mayor seguridad frente a la amenaza del terrorismo nuclear, también es prioritario fortalecer el papel del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) e involucrar más en el tema al Consejo de Seguridad de la ONU.
Además, pugnó por avanzar en los terrenos del desarme nuclear y la no proliferación de estas armas.
0