Vacaciones con diálisis

Para la diálisis, esa máquina que sustituye el riñón enfermo, no hay vacaciones ni en verano. No se puede prescindir de ella, porque si se hiciera, la sangre acumularía tantas toxinas que provocaría la muerte. Ser niño, enfermo renal crónico y tener que dializarse debe ser sólo una circunstancia. También para ellos existe una alternativa para disfrutar de vacaciones.

La Federación Nacional ALCER ha organizado estas vacaciones a las que asistirán 36 niños procedentes de 16 ciudades, con edades comprendidas entre los 8 y los 16 años. Durante los días 1 a 9 de julio, el Valle del Ámbroz, situado en el corazón de las Sierras del Norte de Extremadura, será el lugar donde estos niños disfrutarán de unos días juntos que servirán mucho más que para divertirse. El carácter socioeducativo de este retiro se logrará mediante charlas, intercambio de experiencias en grupo y excursiones a Mérida, Parque de Monfragúe, Granadilla y el museo de la moto entre otras actividades.

El Presidente de la Sociedad Española de Nefrología y como tal máximo representante del colectivo de médicos que habitualmente tratan este tipo de enfermos, tendrá un encuentro con estos jóvenes. Durante el mismo, siguiendo la fórmula del famoso espacio de televisión, los chicos harán todo tipo de preguntas a Angel Luis Martín de Francisco sobre la enfermedad renal crónica y el modo en que condiciona su forma de vivir.

HÉROES POR DESCUBRIR

Durante dos días se pondrá en práctica un juego de rol llamado “el viaje del héroe”, desarrollado específicamente para esta ocasión por un grupo de sociólogos, psicólogos y especialistas en enfermos renales.

Representantes de los dioses griegos vestidos con ropas helénicas visitarán a los chicos y les retarán a superar multitud de pruebas, para demostrar si hay un héroe dentro de cada uno de ellos. La cuádrigas de Zeus, el minué, el minotauro, la tela de araña, los ingenieros de Zeus o los enigmas del Olimpo, serán algunos de los retos. A través de ellos los especialistas detectarán cómo se comunican, como defienden sus ideas, si son capaces de contribuir al grupo, el sentido del ridículo, como cuidan los detalles, si se rinden o se mantienen firmes en la búsqueda del objetivo o como manejan la frustración.

Los chicos compartirán además una cena con los representantes de los dioses en las que estos les contarán historias de la mitología griega en tono de broma.

El “Viaje del héroe” llegará a su fin cuando los representantes de los dioses griegos decidan si dentro de cada niño hay un héroe. Todos los niños ganarán, porque el verdadero objetivo de este juego de rol es que cada niño con enfermedad renal sienta que tiene un héroe dentro de sí.

Por eso todos recibirán un trofeo formado por unas hojas de laurel sobre una base de piedra blanca, en medio de las hojas un espejo y un letrero debajo del espejo con la leyenda: “A fulanito, héroe y dueño de su vida”.